Chris & Cosey
Publicada el 30 Junio 2014 por David Puente
La puertas de Sónar aún no se han abierto este jueves por la mañana, primer día de festival, pero yo ya estoy dentro. Tengo cita a las diez y media de la mañana con Chris Carter y Cosey Fanni Tutti que han acabado las pruebas de sonido en el escenario de la Red Bull Music Academy. Una manera de comenzar el Sónar bastante potente. "Hemos tenido muchos problemas en la prueba de sonido. Ha fallado parte del equipo. Pero bien, está todo bien. De hecho nuestro sonido no debe estar del todo bien calibrado. No en directo porque improvisamos bastante. El ingeniero de sonido que viaja con nosotros siempre tiene en cuenta la audiencia, el espacio… Vamos calibrando sobre la marcha. Valoramos mucho el efecto del sonido sobre la audiencia", comenta Carter al que la madurez le sienta tan bien. Ya no digamos a Cosey Fanni Tutti que, como dicen por ahí, tiene uno de los nombres más cool del panorama industrial de todos los tiempos. Cómo me gustaría llamarme Cosey Fanni Tutti.
¿Cómo tratan las frecuencias y su efecto sobre la gente teniendo en cuenta que vienen de un proyecto que cimentaba su trabajo sobre ello como Throbbing Gristle?
(Chris Carter) Con Chris & Cosey no demasiado, la verdad.
(Cosey Fanni Tutti) Bueno, igual un poco más con Carter Tutti.
(C.C.) Bueno, en realidad hay que tener cuidado con Carter Tutti y sobretodo con el bajo porque puede provocar una ataque al corazón.
(C.F.T.) El ritmo. El ritmo es importante. Por supuesto.
Lo preguntaba porque en un concierto de Throbbing Gristle de hace unos años en Barcelona acabé con dolor de barriga. Se me removió todo.
(C.C.) Nosotros no vamos tan fuertes en ese sentido. Chris & Cosey busca texturas pero desde otra perspectiva. Digamos que es una aproximación más comercial.
(C.F.T.) Tocamos nuestro material de los 80. En realidad tocamos otra vez este material porque el público reaccionó muy bien en un concierto que hicimos en Londres hace un par de años. Fue tan positivo que no paramos de tocar desde entonces. La gente que se acerca a nuestros conciertos conoce la música. La atmósfera que se crea es parecida a la de antaño.
Pero seguro que siguen buscando nuevas metas. ¿En qué andan metidos ahora?
(C.C.) Estamos grabando un nuevo álbum que saldrá en septiembre. Bueno, en realidad viejo material grabado de una manera diferente. Es una constante en nuestro trabajo. Sonar como siempre, pero sonar diferente. Lo vamos a sacar en nuestro sello CTI. También vamos a pedir remezclas.
(C.F.T.) También nos vamos a centrar en grabar un nuevo álbum como Carter Tutti. Pero esto ya saldrá el año que viene.
¿Cuántos proyectos siguen manteniendo en activo?
(C.C.) Pues… De hecho los vamos arrastrando todos… Siempre trabajamos en paralelo. Es una manera de aprovechar sinergias. Sin ir más lejos esta noche de hecho el show se presenta como un Carter Tutti plays Chris & Cosey. Es que tenemos muchas ideas, ¿sabes? A veces te pones un sombrero, otras te pones otro. Nos gusta jugar con la audiencia. Pero con la audiencia de toda la vida que sabe que sombrero nos queda bien en cada momento y por qué.
(C.F.T.) No estamos interesados en entrar en una fórmula. Nos gusta escapar de ella. Así ha sido toda la vida. Y así será. En 30 años que llevamos de carrera hemos intentado seguir hacia adelante. A veces pareciera que los cambios no son muy acusados pero siempre hemos tirado hacia adelante.
(C.C.) Incluso hacemos giras con las que no ganamos dinero. Simplemente las hacemos para explorar nuevas vías, nuevos públicos… Un claro ejemplo lo tenemos cuando viajamos a EE.UU. Pagamos un 30 por ciento de lo que ganamos en impuestos. Eso sin contar lo caro que resultan los viajes por el país.
(C.F.T.) Pero teníamos que ir a EE.UU. porque hacía muchos años que no tocábamos en Chicago o en Nueva York como Chris & Cosey. Y al final tuvimos que organizar conciertos extra porque se vendieron todos los tickets y hubo gente que se quedó fuera. Ganamos en amor más que en dinero. Cuando uno encuentra una fórmula posiblemente esté gestando su propia muerte… creativa.
(C.C.) Es que te puedes quedar pegado a ella.
¿No es muy duro luchar contra esto toda la vida?
(C.C) Yo creo que es duro para los fans. Creo que son los que lo llevan peor. Cuando uno lleva incorporada esta máxima en su vida de no repetirse… Bueno, entonces la vida se muestra mucho más interesante ante tí. Uno puede llegar a conquistar parcelas de la realidad que ni se había imaginado.
(C.F.T.) Porque algo de repente ocurre por accidente y te abre nuevas vías.
De todas maneras, a su edad y con su carrera, se encontrarán mucho más cómodos sin la necesidad de demostrar nada a nadie…
(C.F.T.) Bueno, en realidad nunca nos hemos sentido así. Cuando nos hemos sentido cómodos con un sonido hemos cambiado a otro. Y así sucesivamente durante 30 años. Muchas bandas pasaron del industrial al punk porque estaba de moda y después se encontraron con un callejón sin salida.
Pero ustedes también han tenido una actitud digamos ‘do it yourself’. Muy punk en ese sentido.
(C.F.T.) En realidad, el punk más que ‘do it youself’ fue una manera como otra de estar a la moda. Una manera de vestir más que de hacer.
(C.C.) Nunca tuvimos batería por ejemplo. Si, al respecto tengo que decir que Rough Trade nos ayudó mucho al principio. Sobre todo cuando todo el mundo apostaba por bandas de punk a principios de los 80.
(C.F.T.) Muchas bandas iban de independientes pero en realidad esperaban que un gran sello los fichase. Lo de ser independiente se volvió en una pose y sobretodo en una obsesión.
¿Qué es más difícil ahora mismo? ¿Ser independiente o ser creativo?
(C.C.) Es más difícil ahora mismo ser independiente. El dinero no corre y eso se nota a la hora de auto financiarse.
(C.F.T.) Lo más importante es ser independiente. Porque si no lo eres, el impacto de tu creatividad se difumina entre una marea de opiniones, criterios, razonamientos… Si eres independiente la creatividad aflora con mayor facilidad. Si estás pendiente de las opiniones de otros tu creatividad va a ir dando saltos de un lado a otro. La independencia te aporta libertad que es siempre la antesala de la creatividad.
(C.C.) Uno de los mejores sellos con los que hemos trabajado ha sido sin duda Mute. Por lo menos hasta que lo compró EMI y Virgin.
(C.F.T.) Es muy estresante tener que estar peleando con los gestores de un sello. Y el estrés muchas veces bloquea tu creatividad.
(C.C.) Pero cuando eres independiente también tienes menos tiempo para dedicarte a la música. Porque te encargas del diseño de la portada, de la producción… Muchas veces te toma más tiempo que la propia música. Nosotros intentamos meternos en el estudio por lo menos una vez por semana. Tenemos el estudio en casa o sea que lo tenemos muy a mano.
¿Donde viven ahora?
(C.C.) En Norfolk, al este de Inglaterra.
Yo estuve en Norfolk hace unos años. Allí cerca se celebró la segunda edición del Bloc Festival. En un sitio muy tremendo, en una especie de ciudad de vacaciones para la clase, digamos, obrera.
(C.C.) Si ese tipo de sitios es muy extraño. Diría que inquietante incluso, sobretodo fuera de temporada. Con toda esa niebla alrededor. No parece que nadie se lo pueda pasar bien allí. Parecen campos de concentración con lucecitas.
En términos musicales qué década fue mejor: ¿la década de los 70 o los 80?
(C.C.) Son diferentes, no se pueden poner en una misma báscula…
(C.F.T.) Los 80 tal y como los conocemos no hubieran sido posibles sin los 70. Y los 90 sin los 80…
(C.F.T.) No, olvídate de los 90.
Y en sus inicios en qué tipos de bandas se fijaban más, ¿en las europeas o en las norteamericanas?
(C.C.) Yo siempre me he fijado más en las europeas. A ella tal vez le han gustado más las norteamericanas.
(C.F.T.) Nunca había pensado en esto pero ahora que lo dice puede ser verdad. Siempre nos fijábamos en lo que hacían grupos como Captain Beefheart, Frank Zappa…
(C.C.) Amon Düül, Can…
(C.F.T.) También te gustaban mucho Pink Floyd.
Se han encontrado a gusto bajo la etiqueta “industrial”... ¿Están de acuerdo en que en realidad quiere decir todo y no describe nada a la vez?
(C.C.) Bueno, es un término que ha ido cambiando con el tiempo. Para la gente más joven, industrial serían cosas como Nine Inch Nails y cosas así. Mucha gente de la que dice estar interesada en el sonido industrial es muy probable que no hayan escuchado nunca a Throbbing Gristle. Muchos jóvenes piensan que tiene que ver con un ritmo, básicamente infernal. Y en realidad tiene que ver más con las texturas. Es curioso porque algunos países como España se perdieron el inicio del sonido industrial, muy probablemente por cuestiones políticas, pero en diez años el germen nació en esos mismos países.
Claro, nosotros no nos enteramos bien de la película hasta pasado unos años. Y eso que teníamos a Esplendor Geométrico.
(C.C.) Si, muy buenos. De hecho España e Italia abrazaron la causa industrial con bastante fuerza. Es curioso porque son dos países latinos y el industrial no sé si tiene mucho que ver con lo latino.
(C.F.T.) Pues sí que tiene que ver porque lo industrial también es muy pasional. Y emocional. El industrial no es tan estúpido como la gente se piensa. No tiene nada que ver con la fiebre del sábado noche. En realidad hay un equilibrio entre lo mental y lo físico. Hay materia gris detrás de nuestra producciones. No es una salvajada sin más. El impacto físico crea una reacción que alimenta después a la parte más mental. Primero sacudes e impactas y después, al rato, ya entras con la letra del tema que afecta de manera diferente en tu mente. Tiene que ver con la comunicación. No es tocar para la gente. Es algo así como tocar con la gente. Es más inclusivo. No estoy entreteniendo al público. Estoy comunicándome con él y además en diferentes niveles. No somos Madonna, ni Kylie Minogue. Nunca hemos entendido lo de arrojar música a una masa sin un mensaje. No somos una banda política. Pero esa si ha sido siempre nuestra política.
¿Son optimistas con respecto al futuro?
(C.F.T.) Estoy empezando a serlo. No me preguntes si es una cuestión mía personal o de lo que me rodea.
(C.C.) Bueno es que vivimos un momento muy paradójico. Con gente que tiene un iPhone pero en realidad pasa hambre. Son momentos de diferencias abismales. Aunque siempre he sido un optimista por naturaleza. Hay mucha disparidad.
(C.F.T.) A veces es mejor no ver la noticias porque hay mucho sufrimiento ahí afuera. ¿Qué piensan por ejemplo de la Unión Europea?
(C.C.) Yo en el fondo me siento orgulloso de formar parte de Europa.
(C.F.T.) Bueno, imagino que hablas desde un punto de vista más bien idealista. De este modo te diré que cualquier ser humano tiene derecho a vivir donde quiera y desee. Y a sentirse miembro de una comunidad.
(C.C.) Básicamente me defino como socialista. Las diferencias culturales son las que lo complican todo. Yo creo en la Unión Europea como una entidad de ayuda y colaboración entre países. Pero entiendo que es una postura un tanto idealista. Una postura que choca con la corrupción. Y a la corrupción siempre le sigue la represión necesaria para que la gente no se queje de esas injusticias.
(C.F.T.) Es muy triste que sufra tanta gente por culpa de la corrupción.
(Chris Carter) Con Chris & Cosey no demasiado, la verdad.
(Cosey Fanni Tutti) Bueno, igual un poco más con Carter Tutti.
(C.C.) Bueno, en realidad hay que tener cuidado con Carter Tutti y sobretodo con el bajo porque puede provocar una ataque al corazón.
(C.F.T.) El ritmo. El ritmo es importante. Por supuesto.
Lo preguntaba porque en un concierto de Throbbing Gristle de hace unos años en Barcelona acabé con dolor de barriga. Se me removió todo.
(C.C.) Nosotros no vamos tan fuertes en ese sentido. Chris & Cosey busca texturas pero desde otra perspectiva. Digamos que es una aproximación más comercial.
(C.F.T.) Tocamos nuestro material de los 80. En realidad tocamos otra vez este material porque el público reaccionó muy bien en un concierto que hicimos en Londres hace un par de años. Fue tan positivo que no paramos de tocar desde entonces. La gente que se acerca a nuestros conciertos conoce la música. La atmósfera que se crea es parecida a la de antaño.
Pero seguro que siguen buscando nuevas metas. ¿En qué andan metidos ahora?
(C.C.) Estamos grabando un nuevo álbum que saldrá en septiembre. Bueno, en realidad viejo material grabado de una manera diferente. Es una constante en nuestro trabajo. Sonar como siempre, pero sonar diferente. Lo vamos a sacar en nuestro sello CTI. También vamos a pedir remezclas.
(C.F.T.) También nos vamos a centrar en grabar un nuevo álbum como Carter Tutti. Pero esto ya saldrá el año que viene.
¿Cuántos proyectos siguen manteniendo en activo?
(C.C.) Pues… De hecho los vamos arrastrando todos… Siempre trabajamos en paralelo. Es una manera de aprovechar sinergias. Sin ir más lejos esta noche de hecho el show se presenta como un Carter Tutti plays Chris & Cosey. Es que tenemos muchas ideas, ¿sabes? A veces te pones un sombrero, otras te pones otro. Nos gusta jugar con la audiencia. Pero con la audiencia de toda la vida que sabe que sombrero nos queda bien en cada momento y por qué.
(C.F.T.) No estamos interesados en entrar en una fórmula. Nos gusta escapar de ella. Así ha sido toda la vida. Y así será. En 30 años que llevamos de carrera hemos intentado seguir hacia adelante. A veces pareciera que los cambios no son muy acusados pero siempre hemos tirado hacia adelante.
(C.C.) Incluso hacemos giras con las que no ganamos dinero. Simplemente las hacemos para explorar nuevas vías, nuevos públicos… Un claro ejemplo lo tenemos cuando viajamos a EE.UU. Pagamos un 30 por ciento de lo que ganamos en impuestos. Eso sin contar lo caro que resultan los viajes por el país.
(C.F.T.) Pero teníamos que ir a EE.UU. porque hacía muchos años que no tocábamos en Chicago o en Nueva York como Chris & Cosey. Y al final tuvimos que organizar conciertos extra porque se vendieron todos los tickets y hubo gente que se quedó fuera. Ganamos en amor más que en dinero. Cuando uno encuentra una fórmula posiblemente esté gestando su propia muerte… creativa.
(C.C.) Es que te puedes quedar pegado a ella.
¿No es muy duro luchar contra esto toda la vida?
(C.C) Yo creo que es duro para los fans. Creo que son los que lo llevan peor. Cuando uno lleva incorporada esta máxima en su vida de no repetirse… Bueno, entonces la vida se muestra mucho más interesante ante tí. Uno puede llegar a conquistar parcelas de la realidad que ni se había imaginado.
(C.F.T.) Porque algo de repente ocurre por accidente y te abre nuevas vías.
De todas maneras, a su edad y con su carrera, se encontrarán mucho más cómodos sin la necesidad de demostrar nada a nadie…
(C.F.T.) Bueno, en realidad nunca nos hemos sentido así. Cuando nos hemos sentido cómodos con un sonido hemos cambiado a otro. Y así sucesivamente durante 30 años. Muchas bandas pasaron del industrial al punk porque estaba de moda y después se encontraron con un callejón sin salida.
Pero ustedes también han tenido una actitud digamos ‘do it yourself’. Muy punk en ese sentido.
(C.F.T.) En realidad, el punk más que ‘do it youself’ fue una manera como otra de estar a la moda. Una manera de vestir más que de hacer.
(C.C.) Nunca tuvimos batería por ejemplo. Si, al respecto tengo que decir que Rough Trade nos ayudó mucho al principio. Sobre todo cuando todo el mundo apostaba por bandas de punk a principios de los 80.
(C.F.T.) Muchas bandas iban de independientes pero en realidad esperaban que un gran sello los fichase. Lo de ser independiente se volvió en una pose y sobretodo en una obsesión.
¿Qué es más difícil ahora mismo? ¿Ser independiente o ser creativo?
(C.C.) Es más difícil ahora mismo ser independiente. El dinero no corre y eso se nota a la hora de auto financiarse.
(C.F.T.) Lo más importante es ser independiente. Porque si no lo eres, el impacto de tu creatividad se difumina entre una marea de opiniones, criterios, razonamientos… Si eres independiente la creatividad aflora con mayor facilidad. Si estás pendiente de las opiniones de otros tu creatividad va a ir dando saltos de un lado a otro. La independencia te aporta libertad que es siempre la antesala de la creatividad.
(C.C.) Uno de los mejores sellos con los que hemos trabajado ha sido sin duda Mute. Por lo menos hasta que lo compró EMI y Virgin.
(C.F.T.) Es muy estresante tener que estar peleando con los gestores de un sello. Y el estrés muchas veces bloquea tu creatividad.
(C.C.) Pero cuando eres independiente también tienes menos tiempo para dedicarte a la música. Porque te encargas del diseño de la portada, de la producción… Muchas veces te toma más tiempo que la propia música. Nosotros intentamos meternos en el estudio por lo menos una vez por semana. Tenemos el estudio en casa o sea que lo tenemos muy a mano.
¿Donde viven ahora?
(C.C.) En Norfolk, al este de Inglaterra.
Yo estuve en Norfolk hace unos años. Allí cerca se celebró la segunda edición del Bloc Festival. En un sitio muy tremendo, en una especie de ciudad de vacaciones para la clase, digamos, obrera.
(C.C.) Si ese tipo de sitios es muy extraño. Diría que inquietante incluso, sobretodo fuera de temporada. Con toda esa niebla alrededor. No parece que nadie se lo pueda pasar bien allí. Parecen campos de concentración con lucecitas.
En términos musicales qué década fue mejor: ¿la década de los 70 o los 80?
(C.C.) Son diferentes, no se pueden poner en una misma báscula…
(C.F.T.) Los 80 tal y como los conocemos no hubieran sido posibles sin los 70. Y los 90 sin los 80…
(C.F.T.) No, olvídate de los 90.
Y en sus inicios en qué tipos de bandas se fijaban más, ¿en las europeas o en las norteamericanas?
(C.C.) Yo siempre me he fijado más en las europeas. A ella tal vez le han gustado más las norteamericanas.
(C.F.T.) Nunca había pensado en esto pero ahora que lo dice puede ser verdad. Siempre nos fijábamos en lo que hacían grupos como Captain Beefheart, Frank Zappa…
(C.C.) Amon Düül, Can…
(C.F.T.) También te gustaban mucho Pink Floyd.
Se han encontrado a gusto bajo la etiqueta “industrial”... ¿Están de acuerdo en que en realidad quiere decir todo y no describe nada a la vez?
(C.C.) Bueno, es un término que ha ido cambiando con el tiempo. Para la gente más joven, industrial serían cosas como Nine Inch Nails y cosas así. Mucha gente de la que dice estar interesada en el sonido industrial es muy probable que no hayan escuchado nunca a Throbbing Gristle. Muchos jóvenes piensan que tiene que ver con un ritmo, básicamente infernal. Y en realidad tiene que ver más con las texturas. Es curioso porque algunos países como España se perdieron el inicio del sonido industrial, muy probablemente por cuestiones políticas, pero en diez años el germen nació en esos mismos países.
Claro, nosotros no nos enteramos bien de la película hasta pasado unos años. Y eso que teníamos a Esplendor Geométrico.
(C.C.) Si, muy buenos. De hecho España e Italia abrazaron la causa industrial con bastante fuerza. Es curioso porque son dos países latinos y el industrial no sé si tiene mucho que ver con lo latino.
(C.F.T.) Pues sí que tiene que ver porque lo industrial también es muy pasional. Y emocional. El industrial no es tan estúpido como la gente se piensa. No tiene nada que ver con la fiebre del sábado noche. En realidad hay un equilibrio entre lo mental y lo físico. Hay materia gris detrás de nuestra producciones. No es una salvajada sin más. El impacto físico crea una reacción que alimenta después a la parte más mental. Primero sacudes e impactas y después, al rato, ya entras con la letra del tema que afecta de manera diferente en tu mente. Tiene que ver con la comunicación. No es tocar para la gente. Es algo así como tocar con la gente. Es más inclusivo. No estoy entreteniendo al público. Estoy comunicándome con él y además en diferentes niveles. No somos Madonna, ni Kylie Minogue. Nunca hemos entendido lo de arrojar música a una masa sin un mensaje. No somos una banda política. Pero esa si ha sido siempre nuestra política.
¿Son optimistas con respecto al futuro?
(C.F.T.) Estoy empezando a serlo. No me preguntes si es una cuestión mía personal o de lo que me rodea.
(C.C.) Bueno es que vivimos un momento muy paradójico. Con gente que tiene un iPhone pero en realidad pasa hambre. Son momentos de diferencias abismales. Aunque siempre he sido un optimista por naturaleza. Hay mucha disparidad.
(C.F.T.) A veces es mejor no ver la noticias porque hay mucho sufrimiento ahí afuera. ¿Qué piensan por ejemplo de la Unión Europea?
(C.C.) Yo en el fondo me siento orgulloso de formar parte de Europa.
(C.F.T.) Bueno, imagino que hablas desde un punto de vista más bien idealista. De este modo te diré que cualquier ser humano tiene derecho a vivir donde quiera y desee. Y a sentirse miembro de una comunidad.
(C.C.) Básicamente me defino como socialista. Las diferencias culturales son las que lo complican todo. Yo creo en la Unión Europea como una entidad de ayuda y colaboración entre países. Pero entiendo que es una postura un tanto idealista. Una postura que choca con la corrupción. Y a la corrupción siempre le sigue la represión necesaria para que la gente no se queje de esas injusticias.
(C.F.T.) Es muy triste que sufra tanta gente por culpa de la corrupción.
Fuente: http://www.clubbingspain.com/entrevistas/2014/chris-amp-cosey.html
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