miércoles, 24 de diciembre de 2014

El Playlist Con El Que La CIA Torturaba A Prisioneros

cia-aguilera
Con la publicación del informe de Senado de Estados Unidos sobre las prácticas de tortura realizadas por la CIA post 9-11 se empieza a dar a conocer todo tipo de información antes clasificada, desde la más anecdótica a las más grave y francamente inhumana (como la versión difundida que agentes violaron a prisioneros ante la presencia de sus madres). Entre la información que se ha desprendido del reporte está la música usada por los agentes para infligir sesiones de tortura en las caules se busca lograr un “shock prolongado”, muchas veces privando del sueño a los prisioneros o crear un efecto de desorientación “ahogando sus gritos”. Esta música se tocaba a alto volument por días a veces, mostrando como sugería Baudrillard, que el infierno es la repetición de lo mismo.
La lista que se ha difundido consta sobre todo de heavy metal y pop, canciones ahora asociadas con el control mental y el sometimiento, y, perturbadoramente, de los temas de Barney y Plaza Sésamo, los cuales seguramente eran repetidos en loops ad indifinitum, pesadillas de caricatura para quebrantar la fuerza mental de los recluidos (al parecer sin mucho, según determinó el reporte del Senado). Aunque no aparece en este playlist, el grupo de música industrial Skinny Puppy (quizás el proyecto musical más interesante incluido entre la música tortuosa de la CIA) ha emitido un comunicado de prensa en el que reclama 666 mil dólares por regalías, luego de enterarse de que su música fue usada en la prisión militar de Guantanamo. 
A continuación este playlist del calabozo, abyecciones cortesía del DJ CIA:

Deicide: Fuck Your God
Dope: Die MF Die, Take Your Best Shot
Eminem: White America, Kim
Barney & Friends: Tema
Drowning Pool: Bodies
Metallica: Enter Sandman
Meow Mix:  Jingle comercial
Janeane Garofalo/Ben Stiller: chapter from the Feel This Audiobook
Sesame Street: Tema
David Gray: Babylon
AC/DC: Shoot to Thrill, Hell’s Bells
Bee Gees: Stayin’ Alive
Tupac: All Eyez On Me
Christina Aguilera: Dirrty
Neil Diamond: America
Rage Against the Machine: unspecified songs
Don McLean: American Pie
Saliva: Click Click Boom
Matchbox Twenty: Cold
(hed)pe: Swan Dive
Prince: Raspberry Beret

Fuente: http://pijamasurf.com/2014/12/el-playlist-con-el-que-la-cia-torturaba-a-prisioneros/

La Resurreccion Del Vinilo

Parece que en plena era digital el vinilo se resiste a desaparecer. Son muchas las noticias que hemos ido publicando a lo largo de los años con diferentes indicadores que mostraban el estado actual en cuanto a las ventas musicales.

Hoy llegan noticias desde la Pérfida Albión que nos sorprenden ya que al parecer ya se han superado el millón de discos en vinilo vendidos durante este año. Una fecha que al parecer no se había superado desde 1996.
millones.
Un ejemplo de esta pequeña 'resurrección' del formato es el hecho de que The Endless River, el álbum de ambient editado recientemente por Pink Floyd ha vendido más de 6000 copias en su primera semana, y esta cifra no se alcanzaba desde 1997, convirtiendolo en el álbum en vinilo que más rápido se está vendiendo en este siglo. Según el jefe de Official Chart Company, la industria de los vinilos actualmente está valorada en 20 millones de libras mientras que hace solo 5 años la cifra era de tan solo 3 


Fuente: http://www.clubbingspain.com/noticias/2014/la-resurreccion-del-vinilo.html

martes, 16 de diciembre de 2014

Un Tocadiscos Hecho Con Piezas De Lego

La Propiedad Intelectual Baila Con Los Disc-Jockeys


Este artículo se corresponde con la serie de especiales de Clubbingspain.com destinados al derecho de propiedad intelectual en el ámbito de la música electrónica. Esta iniciativa tiene por objeto dar a conocer, desde una perspectiva didáctica, los aspectos más relevantes de los derechos de autor, y de los derechos conexos a los de autor, dentro de nuestro sector. El redactor de estas publicaciones es Álvaro Díez, abogado especializado en la industria musical, y buen entendido de la escena electrónica, quien comparte con nosotros su experiencia y conocimientos profesionales.
La actividad del disc-jockey, entendida en sentido estricto o tradicional, como la selección y la disposición de temas musicales, puede ser objeto de protección a través del derecho de propiedad intelectual. Pero, ¿de qué modo? En otras palabras, ¿qué encaje tiene la figura del DJ en la ley? ¿Se trata de un artista intérprete? ¿Puede ser considerado como un autor en términos jurídicos? A continuación se da respuesta a estas preguntas.
En relación con su consideración como artista intérprete, cabe aludir al art. 105 de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), el cual establece que “se entiende por artista intérprete o ejecutante a la persona que represente, cante, lea, recite, interprete o ejecute en cualquier forma una obra”. De esta definición debe resaltarse la expresión “en cualquier forma”, de carácter genérico o amplio, que hace valer la premisa de que un pinchadiscos que ejecuta obras musicales es un artista desde un punto de vista legal. En la práctica, en efecto, así son considerados. Los disc-jockeys son sujetos perceptores de derechos a través de AIE (Artistas Intérpretes o Ejecutantes, Sociedad de Gestión de España), como consecuencia de las utilizaciones de grabaciones sonoras (CD`s, mp3, etc.) o de grabaciones audiovisuales (DVD`s, vídeos digitales, etc.), publicadas con fines comerciales (requisito para generar derechos de artista, de gestión colectiva, según la LPI), en las que se incluyen sus actuaciones.
A este respecto, debe ser citado el art. 16.2, apartados a) y b), de las normas de reparto de AIE (NR AIE), relativo a las así llamadas “actuaciones fijadas mixtas”. Dice el art. 16.2.a) NR AIE que “se entiende por actuación fijada mixta aquélla que resulta de incorporar una nueva actuación sobre una o varias preexistentes”. Por ejemplo, es el caso de un recopilatorio en el que el conjunto de temas son ejecutados con la participación de un disc-jockey. La actuación del Dj sería entonces la nueva actuación que se incorpora a otras preexistentes. Según el art. 16.2.b) NR AIE, el 30% de los derechos generados por la comercialización de dichas grabaciones corresponde, salvo pacto en contrario, a “los artistas que hayan participado en la nueva actuación fijada” (es decir, al disc-jockey en este caso). Y el 70% restante a “los artistas que hayan participado en la o las actuaciones fijadas preexistentes”.
Por otro lado, respecto a la consideración del disc-jockey como autor, es necesario analizar si el set o sesión de un Dj puede ser considerado como una obra original (lo que es objeto de protección del derecho de autor, según el art. 10 LPI). En relación con esta cuestión, el art. 12.1 LPI establece que “también son objeto de propiedad intelectual [en términos de derecho de autor] las colecciones de obras ajenas, de datos o de otros elementos independientes como las antologías y las bases de datos que por la selección o disposición de sus contenidos constituyan creaciones intelectuales (…)”. Este precepto es consecuencia de la implementación en España del Convenio de Berna (del que forman parte 168 Estados), cuyo art. 2.5. protege las colecciones de obras, siempre que la actividad de selección y de disposición de contenidos efectuada por el compilador sea creativa u original.
En el ámbito musical, el resultado de estas compilaciones se conoce tradicionalmente como popurrí, el cual puede ser protegido por el derecho de autor, cuando tenga la suficiente altura creativa para ello. La sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, de 9 de enero de 2004, es clara a este respecto, al indicar que “la consideración del popurrí como obra protegible (caracterizada por la inclusión de parte de varias obras y el establecimiento de puentes que permitan una transición idónea entre cada una de ellas) no es condición que corresponda atribuir en todo caso, sino sólo a aquellos que por alguna razón la merezcan”. Debe mencionarse que el objeto del litigio que dio lugar a esta sentencia giraba en torno a un puente de enlace irrisorio, entre dos canciones de música pop, donde el tribunal no advirtió originalidad alguna. En cambio, quizá podría afirmarse que los usos de la música electrónica muestran una altura creativa diferente, mayor, donde la selección y la forma de disponer los temas de los disc-jockeys juegan normalmente un papel creativo, relevante para el público destinatario de los sets.
No resulta baladí esta apreciación si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en Francia, los disc-jockeys son considerados como autores por los motivos expuestos. En este Estado, desde 1997, la SACEM (Société des Auteurs, Compositeurs et Editeurs de Musique), reparte a los disc-jockeys 1/12 de los derechos de autor generados por la comunicación pública de un set en un club, y destina los 11/12 restantes a los titulares de los derechos de autor sobre los temas que son pinchados por los Djs. Es interesante señalar que la resolución de la SACEM que habilita tal reparto (Décision nº 97-31 du Bureau du Conseil d`Administration du 24 Avril 1997), no se limita a la música electrónica sino que, tal como la misma indica, “se aplica de la misma manera a todo creador de todo género musical que lleve a cabo el mismo proceso de fusión de sonidos o de músicas preexistentes”.
En España, la SGAE no ofrece el mismo tratamiento a los disc-jockeys que la SACEM en Francia. Aquí, los disc-jockeys no son, en la práctica, titulares de derechos de autor por el hecho de pinchar, a pesar de que tal como se ha comentado anteriormente existen fundamentos razonables para ello. En relación con este asunto, en el marco del debate titulado “Propiedad Intelectual y Djs: ¿La propiedad intelectual sólo se protege hasta las 3 AM?”, celebrado por AMPI-UAM el pasado 24 de octubre, Manuel Aguilar, miembro del Consejo de Dirección de SGAE, afirmó: “me gustaría que mis compañeros en SGAE se sensibilizasen con esta cuestión de si el Dj es un autor”, para en las conclusiones sentenciar que el modelo francés “es plenamente importable”. El contenido de dicho debate, en el que se abordan en profundidad los aspectos comentados en este artículo, puede visualizarse a través de este hipervínculo (igualmente puede ampliarse información al respecto de esta cuestión en el estudio titulado “Disc-Jockey de Autor”).
En conclusión, los disc-jockeys, entendidos como pinchadiscos, pueden ser (y de hecho son) considerados como artistas intérpretes, y en consecuencia ser remunerados por las utilizaciones de grabaciones publicadas con fines comerciales en las que se incluyen sus actuaciones. Todo ello sin perjuicio de poder ser considerados como autores en términos jurídicos, por la originalidad en la selección y disposición de los temas que pinchan, y percibir también derechos por este concepto, como ocurre en Francia desde 1997.
por Álvaro Díez
Abogado del Instituto Autor y Presidente de 3K Sound Community
Licenciado en Derecho, Administración y Dirección de Empresas, y Máster en Propiedad Intelectual por la Universidad Autónoma de Madrid
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Fuente:
http://www.clubbingspain.com/especiales/2014/11/la-propiedad-intelectual-baila-con-los-disc-jockeys.html

lunes, 15 de diciembre de 2014

En el enlace al final del Post viene la fuente original del articulo donde si se pueden ver los videos que aqui no se han copìado



A pocos metros de donde encontramos la gran distribuidora juguetera Toys R Us, en pleno barrio de Montigalà en Badalona, se zambullía una de las discotecas más peculiares de la primera mitad de la década de los 90. Nos situamos. Nos encontramos en un momento peliagudo en Barcelona que es clave en la reformulación de la ciudad que se extenderá hasta nuestros días. La ciudad acaba de situarse en la pole position de todos los mapas mentales del mundo mundial una vez se acaban los Juegos Olímpicos, para asomarse a un futuro incierto y que auguraba lo que estaba por llegar a la capital catalana. Aposentaba su futuristas reales en una zona que hasta mediados de los 80 había sido un espacio cerrado al tráfico por el que paseaban niños por un circuito cerrado urbano para los niños de la època de más de un kilómetro de longitud. Las reticencias de los comerciantes de la zona no pudieron parar un chorreón de capital privado con el que se enraizaron en la zona grandes distribuidores por todos conocidos como Ikea o Continente.
Y Gran Velvet. La discoteca más grande de la época. La de las cifras mareantes. La discoteca por entonces conocida como la de los 1000 millones de pesetas (que es el precio que le costó al Barça el fichaje de Maradona en el 82). Se hablaba por entonces de un láser que costó un millón de pesetas y de sus 35.840 watios de potencia de sonido (una potencia acústica en pista deunos 11.000 vatios). La discoteca se erigía en escorzo por entre las carreteras del medio oeste periférico barcelonés con la forma de un submarino que parecía emerger de las profundidades del pasado para llevarnos en su lomo al futuro más radiante con el que escapar de la resaca olímpica. Lo que viene a ser que un chaval que se hubiera críado con la bicicleta en aquellas carreteras -ahora que hemos perdido la calle ese circuito sería un lujo asiático- ese plan de urbanizar y comercializar el espacio le permitía pasar su juventud en la discoteca de los mil millones. Suena a plan diabólico que se empieza a gestar en el diseño, una parábola de su maldición. Porque el submarino volvió por donde había emergido para hundirse en el mar embravecido de las deudas y las dudas post-olímpicas de toda una ciudad y su sentir general. El navajazo que está por llegar rajará la barriga de la ballena de los huevos de oro.
Vídeo promocional:
La herrumbre y las ruinas del coloso poligonero de la noche del Barcelonés Nord estuvieron a la deriva durante muchos años. En noviembre, pero de 2010 la discoteca desaparecía ante la atenta mirada de unos cuantos curiosos y fans a los que la discoteca abrió sus respectivas adolescencias en canal. Hasta hace muy poco reposaba en Youtube un vídeo en el que un cliente regular de la época dorada de la discoteca se metía por entre las ruinas de la discoteca para enseñarles los rincones más significativos de la misma. Como aquellos lavabos en los que los que se aliviaban de las aguas mayores podían admirar la pìsta a través de una cristalera mágica que te mantenía a salvo de miradas indiscretas. Filigranas de la una época en la que las discotecas más seguían siendo las de la ruta del Bakalao. Unas discotecas que como pudimos leer no hace mucho en El Mundo acabaron corriendo una suerte parecida. En su época gloriosa, llegaban autocares copados de gente de diverso pelaje a aquel desierto fronterizo entre Badalona y Santa Coloma donde destacaban los templos del consumo por encima del pedregal.
Esta especie de Florida135 del cinturón rojo de Barcelona se inauguró a finales de noviembre de 1993. Por aquel entonces los medios de comunicación de la época andaban escandalizados con el juicio a dos niños de once años que habían asesinado a otro más pequeño de dos en Liverpool. Los Balcanes se desangraban y la ONU hacía llegar la ayuda humanitaria a Bosnia después de una parada forzosa de 30 días por el asesinato del chofer danés de un convoy humanitario. El Tenerife perdía en la UEFA contra la Juventus y el juez del Tribunal Superior de Los Ángeles citaba a juicio a Michael Jackson por presuntos actos deshonestos a un niño. El sarao con el que dio inicio el ajetreado trayecto de la discoteca de los 1000 millones de pesetas contó con la participación de los celebrities televisivos de la época, el ya fallecido prestidigitador  Pepe Carrol y un Chikito de la Calzada que por entonces se encontraba en el climax de su carrera televisiva. “La nave va a despegar”, era la máxima con la que se iniciaban las sesiones de Gran Velvet y sus cinco mil metros cuadrados por los que pasaban hasta tres mil personas cada fin de semana. Unas sesiones que iniciaba Paco Pil con una cantinela que se convirtió en guiño esperado de todas las noches: “Y al tercer día el semidiós despertó, creando el espacio dimensional donde ahora os encontráis... Abre tu mente, sincroniza tu energía con la del universo, ahí encontrarás las respuestas de todas tus preguntas... el inicio de un viaje hacia el centro de las fiestas, el corazón de la galaxia, el lugar más excitante del mundo... Gran Velvet, Gran Velvet, preparados que la nave va a despegar...". Al final resultó que el submarino pasó de anfibio a avión a reacción con un remedo de estilos triturados por el mainstream: eurobeat, trance, hardcore con  muchas cantaditas -uno de los hits sonaba a hip house: ‘Don't Stop Wiggle Wiggle’ de The Outhere Brothers- que acercaban las ascuas más a una especie de makina tan fagocitadora como edulcorada que al sonido rave más adusto.


Gran Velvet - Eurodance Vol 1
Gran Velvet - Eurodance Vol. 2
La discoteca nace como sueño húmedo de un empresario de la noche llamado Gumersindo Adán, propietario del Velvet Bar, uno de esos garitos de rancio abolengo de Balmes con Via Augusta en el que se escucha música para todos los públicos de entre los 60 y los 80. El proyecto cuenta con el apoyo del grupo de comunicación Zeta con promociones constantes de todo tipo en la revista ‘picantona’ del conglomerado mediático, Primera Línea. En los medios de comunicación se hablará que es el arquitecto Alfredo Arribas el encargado de diseñar y construir la sala en una obra que incluso tendrá candidatura en los premios FAD, uno de los más importantes en arquitectura de toda la península. El diseño de talla XXL de locales como el Nick Havanna llegaba al extrarradio de Barcelona. En lo musical, de aquella manera, por la discoteca pasarán locutores estrella de Los 40 Principales como Tony Aguilar que pincharán los temas de eurobeat de la época que regaban con su speech de FM más enrollada. Un buen rollo que se iría diluyendo con el tiempo ya que la música comercial y el efecto llamada de la discoteca atraerán a gente con múltiples intereses nocturnos y muy poca paciencia. En la Nochevieja del 95 se produjo un apuñalamiento en los aledaños del recinto. Se pidieron 33 años de cárcel por el asesinato que negó el acusado en el juicio. La noticia aparece en los medios generalistas. La discoteca empieza a tejer la tela de araña de su infortunio.
Sesión de abril del año 96

Sesión de octubre de 1996
En 1997 otras siete puñaladas, esta vez en los lavabos del local, acaba por herir de muerte al proyecto que empieza a luchar contra una mala fama y una mala sombra que no serían capaz de esquivar posteriores intentos de reflotar el proyecto que cambiará de dueños. Al efímero paso de la nueva discoteca Orbital le seguirá en 1998, una oferta para convertirse en el plató de televisión del programa de varietés La noche por delante que presentaba el ínclito Jordi González y que pasó sin pena ni gloria por la parrilla. De ahí la cosa degeneró en una especie de cabaret inclasificable que se llamó Golden Club y de ahí a un after llamado Vértigo que daba ídem entrar con una trayectoria en el tiempo que no hizo más que alargar la agonía del gigante de hierro. Un estertor que duró más de diez años con la discoteca ventilando sus ruinas ante la mirada de unos fans que no la olvidan. De vez en cuando se siguen celebrando fiestas en memoria de la discoteca en locales del Polígono Can Ribó que precisamente fue una de las zonas destinadas al recreo nocturno más concurridas de la ciudad desde que Gran Velvet no preside las noches de Montigalà,con esa carpa con la que seguía su travesía todo un símbolo de la ciudad a pie de playa, la también derruida discoteca Titus, como atracción principal.
Homenaje en Youtube
La televisión de Badalona le dedicó unos minutos de su informativo al derribo definitivo de “una de las discotecas más importantes de Europa en aquellos primeros 90: La catedral del techno”, para la joven presentadora que también anuncia que según el pleno del Ayuntamiento de abril de ese año en el solar se levantará una zona residencial con unos 700 pisos. Mientras hago unas últimas búsquedas que incluir al artículo leo que uno de los Dj de la discoteca, Albert Neve ahora remezcla a David Guetta y ha participado este año en el aparatoso festival Tomorrowland que es lo más entre los nuevos poligoneros europeos del siglo XXI. Leo también que otra discoteca costera con solera en los 80 como Louie Vega de Calafell también diseñada por el mismo arquitecto, Alfredo Arribas, está abandonada. Su alma reposa en el miso cielo. El de los sueños húmedos que al final se quedan en eso mismo. Sólo queda despegar una vez más. 

Fuente: http://www.clubbingspain.com/especiales/2014/11/gran-velvet-la-disco-de-los-1000-millones.html