miércoles, 15 de diciembre de 2010

Hitler y Wagner

Quien quiera comprender a la Alemania nacionalsocialista debe de conocer a Wagner. Esta frase, atribuida a Adolfo Hitler, es citada por William L. Shirer en su obra histórica “Auge y caída del Tercer Reich”.


La utilización de su música fue bastante conocida por el departamento de propaganda nazi y también en algunas ocasiones lo utilizaba en sus discursos asi como esporidacmaente alguna frase que sale de la obra de Wagner



En Bayreuth ciudad bávara se encuentra Villa Wahnfried donde estableció la familia su residencia y también en donde recibió como huésped a Hitler antes incluso de su llegada al poder, en calidad de amigo de la casa.

El flujo de visitas de Hitler a Bayreuth empezó en 1923, diez años antes de convertirse en canciller del Reich, y se regularizó a partir de 1933, cuando el dictador se convirtió en patrocinador y cliente más fiel de las temporadas operísticas de Bayreuth.

Winifred Wagner, nuera del compositor y madre de Wolfgang y Wieland (fallecido en 1966), puso a los pies del "Führer" el festival fundado por Wagner en 1872.

El nazismo lo integró en su aparato de propaganda y durante años sus galas operísticas eran visitadas a modo de honor por los oficiales nazis y heridos en el frente.

La sombra del nazismo pesó como una losa sobre el festival, que abrió "refundado" en los 50, bajo la dirección colegiada de Wolfgang y Wieland, de quienes existen asimismo numerosas fotos paseando por los jardines de Bayreuth, en sus años jóvenes, con Hitler.

En la revista Muy interesante lei que si Hitler comenzaba a hablar sobre Wagner y la ópera, nadie se atrevía a interrumpirlo. Él daba este discurso hasta que la gente se dormía.



Hay bastante bibliografía que trata sobre el tema como ‘”El Clan Wagner” o “El Secreto de Hitler” por citar dos casos

Mito o realidad quien sabe?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante.

Ose que hasta que la gente se dormía. No sé yo hasta que punto la gente se dormiría ante semejante. Muchas veces la realidad se convierte en mito, el mito en paparuchadas y al final es olvidado o peor aún, inventado.

Emilio dijo...

A través de las ópera de Wagner, sobre todo de aquellas con mayor carga épica como el Anillo de los Nibelungos, podríamos observar toda esa visión entre lo teológico y los cosmológico con la que tanto le gustaba comulgar al III Reich.

De todos modos me temo que a Wagner le ha pasado un poco lo mismo que a Nietzsche o posteriormente a Heidegger; tocados y resguardados a la sombra del nazismo aún a día de hoy seguimos sin poder disfrutar de la magnitud y el alcance de estos grandes.

Saludos!!