martes, 29 de abril de 2014

Primera Actuacion De Kraftwerk En Una Television

Pinchar Reduce La Ansiedad

¿Pinchar reduce la ansiedad? 

El cineasta californiano Brandon Ross está investigando en un documental que actualmente está en producción la posibilidad de que la música pueda tener propiedades terapéuticas sobre pacientes con problemas de ansiedad. Before We Were Kings (Antes de qué fueramos reyes) cuenta con la participación de varios Djs, incluyendo a Moby (en la foto) y el Dj de house Wolfganf Gartner, que se introdujeron en la música electrónica como un método de socializar y sobrellevar su ansiedad. Una campaña en Kickstarter ha sido creada para conseguir los fondos necesarios para la grabación del documental. Hasta el momento han recaudado 5 mil de los 23 mil dólares necesarios. "La música puede ayudar tanto como el Xanax a alguien con ansiedad o depresión. Nosotros creemos en el poder de la música".






Discoteca Ku (Privilege) - Ibiza 1989

Video de la discoteca Ku hoy llamada Privilege en el año 89, como seve las ganas de fiesta y pasarselo bien no han cambiado mucho en todos estos años

jueves, 24 de abril de 2014

Lennon Denunció Que La CIA Dirigía El Tráfico De Drogas En Su Ultima Entrevista Para Playboy

lennonentrevista de la revista Playboy con John Lennon y Yoko Ono de la que están sacados los siguientes párrafos fue publicada en enero de 1981, es decir, unos días después de su asesinato y al parecer, fue grabada unos pocos días antes que el loco Chapman acabara con la vida del genio de Liverpool.
Llama poderosamente la atención que el asesinato del loco MK Ultra de turno matara a Lennon después de que respondiera este bombazo en una serie de preguntas dedicadas al uso de drogas: Debemos siempre recordar que fue gracias a la CIA y a su Ejército de LSD. Eso es lo que la gente olvida. Todo es lo opuesto a lo que parece, verdad, Harry? (???). Así que sácalo fuera de la botella y relájate. Ellos inventaron el LSD para controlar a la gente y lo que hicieron fue darnos “libertad”.
Pero con ser estas declaraciones un motivo suficiente para que la CIA asesinara a Lennon, en la entrevista hay unas declaraciones de Yoko Ono todavía más jugosas, puesto que demuestran cómo la pareja hippie por antonomasia sabía lo que se estaba cociendo en aquellos días, en torno a la Ingeniería Social. Estamos hablando de hace 34 años, nada menos: si un ídolo como Lennon decía cosas como éstas en 1980, la gente hubiera estado alerta de los planes de los Iluminati, razón por la cual, claramente (desde sus mentes) tenían que eliminarlo.
Si Lennon hubiera vivido, la sociedad hubiera reaccionado a tiempo, antes de lo que venía.
Dice Yoko: “Es difícil realizarse hoy día como familia: la sociedad prefiere gente soltera. Se anima a divorciarse, estar separado, o soltero o gay… lo que sea. Las corporaciones quieren personas solteras porque trabajan más duro si no tienen vínculos familiares. No se tienen que preocupar de estar en casa por la tarde o en los fines de semana. No hay sitio para las emociones, la familia o las relaciones personales. Así que, en lugar de evitar tener niños, la sociedad debería animar a tenerlos porque son importantes. Es la responsabilidad de cada uno. Pero es duro. Una mujer tiene que negar lo que tiene, su útero, si es que quiere tenerlo. Parece que sólo las clases privilegiadas pueden tener familia. Hoy día, sólo los McCartneys o los Lennon pueden tenerlos”.
Lennon: Sólo importamos como trabajadores/consumidores.
Yoko: Y luego vendrá el Gran Hermano y decidirá. Odio usar el término “Gran Hermano”
Lennon: Gran Hermana: ¡espera, que vendrá!
Yoko: La sociedad pervertirá los roles de hombre y mujer. Los bebés nacerán en tubos de ensayo e incubadoras.
Lennon: Como advirtió Aldous Huxley
Pinchando a la noticia, las transcripciones de estos párrafos de la entrevista. Entre la segunda y la tercera parte, las encontráis. 

PLAYBOY: “Do you use any drugs now?”
LENNON: “Not really. If somebody gives me a joint, I might smoke it, but I don’t go after it.”

PLAYBOY: “Cocaine?”
LENNON: “I’ve had cocaine, but I don’t like it. The Beatles had lots of it in their day, but it’s a dumb drug, because you have to have another one 20 minutes later. Your whole concentration goes on getting the next fix. Really, I find caffeine is easier to deal with.”
PLAYBOY: “Acid?”
LENNON: “Not in years. A little mushroom or peyote is not beyond my scope, you know, maybe twice a year or something. You don’t hear about it anymore, but people are still visiting the cosmos. We must always remember to thank the CIA and the Army for LSD. That’s what people forget. Everything is the opposite of what it is, isn’t it, Harry? So get out the bottle, boy… and relax. They invented LSD to control people and what they did was give us freedom. Sometimes it works in mysterious ways its wonders to perform. If you look in the Government reports on acid, the ones who jumped out the window or killed themselves because of it, I think even with Art Linkletter’s daughter, it happened to her years later. So, let’s face it, she wasn’t really on acid when she jumped out the window. And I’ve never met anybody who’s had a flashback on acid. I’ve never had a flashback in my life and I took millions of trips in the Sixties.
“PLAYBOY: “What did change?”
——–
ONO: “It was good for me to do the business and regain my pride about what I could do. And it was good to know what he needed, the role reversal that was so good for him.”

LENNON: “And we learned that it’s better for the family if we are both working for the family, she doing the business and me playing mother and wife. We reordered our priorities. The number-one priority is her and the family. Everything else revolves around that.”
ONO: “It’s a hard realization. These days, the society prefers single people. The encouragements are to divorce or separate or be single or gay… whatever. Corporations want singles– they work harder if they don’t have family ties. They don’t have to worry about being home in the evenings or on the weekends. There’s not much room for emotions about family or personal relationships. You know, the whole thing they say to women approaching 30 that if you don’t have a baby in the next few years, you’re going…
ONO: “So instead of the society discouraging children, since they are important for society, it should encourage them. It’s the responsibility of everybody. But it is hard. A woman has to deny what she has, her womb, if she wants to make it. It seems that only the privileged classes can have families. Nowadays, maybe it’s only the McCartneys and the Lennons or something.”
LENNON: “Everybody else becomes a worker/consumer.”

ONO: “And then Big Brother will decide. I hate to use the term Big Brother…”
LENNON: “Big Sister– wait till she comes!”

ONO: “The society will do away with the roles of men and women. Babies will be born in test tubes and incubators…”
LENNON: “Then it’s Aldous Huxley.”
ONO: “But we don’t have to go that way. We don’t have to deny any of our organs, you know.”
LENNON: “Some of my best friends are organs.”
ONO: “The new album…”
LENNON: “Back to the album, very good.”
ONO: “The album fights these things. The messages are sort of old-fashioned. Family, relationships, children.” 

Fuente: http://www.rafapal.com/?p=25819

miércoles, 23 de abril de 2014

¿Qué Nos Hace Bailar? El Groove Entra Al Laboratorio

La pregunta no es sobre el sentido del baile (ritual, convivencia, entretenimiento, seducción, etc.), sino por qué existen ritmos que nos apelan y hacen bailar mientras que otros pasan de largo casi sin rozarnos.

People Dancing_full
Hay ritmos que te ponen a bailar y hay otros que te dejan completamente indiferente. ¿Por qué? La respuesta es compleja y depende de muchos factores: educación musical, gusto por el baile y hábitos sociales. Pero un nuevo estudio de Maria Witek, estudiante postdoctoral de la Universidad de Aarhus, revela que entre un repetitivo “punchis-punchis” y un complejo groove existe un punto medio de preferencias.
Los participantes del estudio tomaron una encuesta en línea donde debían evaluar 50 líneas rítmicas de percusión, con diferentes grados de síncopa. Evaluaron cada ritmo en dos categorías: cuánto placer les daba escucharla y cuántas ganas les daban de bailar (categoría a la que el estudio se refiere como “experiencia relacionada al groove.”)
Al graficar los resultados, los investigadores descubrieron que los ritmos demasiado simples le parecieron aburridos a los participantes, mientras que los ritmos demasiado complejos los abrumaban. ¿En qué consiste la mezcla perfecta? En su capacidad de inducción, una propiedad descrita como el deseo de sincronizarse con algo, y que aparece cuando existe “algo de resistencia estructural contra el pulso regular en el material musical”, según Witek.
Esto quiere decir que la música (o al menos un beat musical) nos gusta o no en la medida en que nos propone un reto: en que nos invita a seguirla a la vez que nos pone algunos obstáculos. La medida de inducción difiere según quién escucha, pero el placer del ritmo proviene en buena medida de un deseo satisfecho de sincronizarnos y responder a esa invitación. 

Fuente: http://pijamasurf.com/2014/04/que-nos-hace-bailar-el-groove-entra-al-laboratorio/

 

martes, 22 de abril de 2014

DJs Que Usan Sets Pregrabados, ¿Mito O Realidad?

Desde mediados de los 90, el trabajo del discjockey ha ido progresivamente aumentando de categoría, pasando de ser el respetado señor que ponía música en una discoteca, a ser considerado como espectáculo musical con entidad propia. Comenzaron a surgir los primeros “superstar DJ”, y empezó a correr el insidioso rumor de que algunos llevaban su actuación totalmente grabada y su trabajo únicamente consiste en gesticular, manipular un poco filtros y efectos de la mesa de mezclas… aunque lo cierto es que estos rumores nunca pasaron de ser eso, rumores, que acompañaban las típicas conversaciones de “pues lo que hace un DJ no es tan difícil”. En esas típicas conversaciones siempre había alguien a quien le habían contado que un amigo de un amigo suyo vió a un DJ muy famoso gesticular frente a su equipo mientras sonaba lo grabado en una cinta DAT. Aquellas conversaciones no eran como las de ahora, en las que alguien saca un smartphone del bolsillo y buscando respuestas en la red se zanja el asunto con una conclusión que todos aceptan.
La figura del DJ no ha parado de crecer, y actualmente los shows de algunos DJs han sido equiparados a los de las estrellas de rock, la afluencia a los modernos espectáculos y festivales genera una facturación igual o superior que la de las tradicionales bandas de músicos y cuentan con enormes escenarios, mastodónticos equipos de sonido, la mejor y más moderna iluminación, cañones de humo, fuego y confetti, proyecciones sobre estructuras tridimensionales… y algunos tienen hasta hologramas y personajes en 3D que capturan sus movimientos. Y es precisamente ahora, con los DJs como un elemento más del mainstream de la industria musical y con sus espectáculos en un punto álgido, cuando el rumor resuena más fuerte que nunca. Pero, ¿hay algo de cierto en todo esto?

La situación

Las dos de la mañana. En el festival de música electrónica que promete ser el más moderno y con mejor cartel ha llegado el momento de que salga a escena uno de los DJs estrella de la noche: Frank Jungle. Su llegada al escenario es absolutamente puntual y celebrada con aplausos, vítores y gritos de júbilo, todos saben que el DJ ha llegado porque además de saberse de memoria el horario del festival, todos miran al escenario. Y es que aunque nadie tocará un solo instrumento, el escenario es un cambiante paisaje futurista de luz y color, con el DJ como centro de la estampa animando a todos los asistentes. La sesión dura dos horas exactas. Al principio suena una introducción con unan voz perfectamente sincronizada con los textos que aparecen en pantallas gigantes, después Frank pincha los éxitos de sus últimos EPs y también los remixes que ha hecho para algunos colegas de profesión, e incluso introduce un par de éxitos de unos compañeros de sello discográfico. Todo pertenece a la vertiente más comercial del electrohouse y el progressive house, con pinceladas de sonidos dubstep… lo que habitualmente queda clasificado bajo la etiqueta EDM. La sesión es perfecta, las transiciones entre canciones no tienen un solo error, la iluminación y las imágenes de las pantallas van perfectamente sincronizadas con la música, e incluso algunas imágenes están extraidas de los videoclips oficiales. Frank está eléctrico, se mueve como si su cuerpo generara la música, cuando levanta sus brazos la multitud enloquece y levantan también sus brazos esperando que el sonido sea como una fina lluvia de verano que alivie sus mentes de los problemas cotidianos. La catarsis colectiva es total y definitiva. Frank es tan buen DJ que apenas necesita tocar el equipo, de hecho apenas necesita usar los auriculares. En los momentos más álgidos de la sesión se disparan los cañones de humo perfectamente sincronizados con los golpes de sintetizador. En la recta final del espectáculo suenan los dos últimos éxitos de Frank, hay fuegos artificiales, confetti, palomas de la paz... Frank sale de la cabina y se pone al borde del escenario con los brazos abiertos como Jesucristo mientras la música sigue sonando de manera atronadora. El último golpe de sintetizador coincide con un enorme corazón en la gigantesca pantalla de leds, forma que todo el mundo recrea con sus manos en alto, declarando su más profundo amor a Frank Jungle. Antes de retirarse de escena, Frank coge un micrófono y dice a su audiencia “Os quiero, ha sido el mejor show de mi vida”. Entre incesantes aplausos Frank sale del escenario y se prepara para abandonar el recinto, debe coger un avión porque mañana por la noche repite su show en otro festival que está a 2.000Km de distancia.
Evidentemente Frank Jungle no existe. Pero podría parecerse a muchos superstar DJs. Su show ficticio, el festival ficticio en el que tuvo lugar y el público ficticio, se asemejan mucho a la realidad. En esa realidad, los DJs que podrían ser como Frank Jungle cogen aviones para recorrer el mundo actuando en festivales de diferente tamaño y presupuesto, cobrando importantes sumas de dinero por un show perfecto, o casi. Y es en ese tipo de DJs y de festivales en donde se centran los terribles rumores de los sets pregrabados. Demasiada perfeccción en el set para lo poco pendientes que están del equipo, una duración demasiado bien medida, una sincronización perfecta con los elementos visuales y unos tracklists que se asemejan demasiado. Algunos los defienden alegando que solo son rumores para perjudicar la imagen y la fama de  discjockeys que son muy buenos y que llevan tanto tiempo haciendo ese trabajo que casi se hace solo.
Pero los acusadores (redes sociales, webs y blogs especializados, y en ocasiones algún compañero de profesión) lo tienen claro y sostienen que algunos emplean sets pregrabados para mantener un nivel de perfección difícil de soportar con la enorme cantidad de shows que deben atender a lo largo del año, especialmente en EEUU, donde entre los hijos de la clase alta blanca el sonido EDM es casi una forma de vida que está llenando los bolsillos de DJs (y productores acusados de ser sólo pseudo-DJs) y de promotores que les organizan eventos donde no es nada barato asistir. Es un mercado laboral en el que no es fácil entrar y del que ninguno querría salir. Los discos no dejan muchos beneficios, y el auténtico lucro se obtiene actuando en grandes eventos y clubs enfocados a gente de un estatus social alto, pero no son muchos los nombres que pueden figurar en los carteles de esas citas garantizando el lleno total. Hay que estar en el candelero, y eso supone temporadas largas de actuaciones, con la agenda apretada y sin dejar de sacar canciones y remezclas para que el nombre del DJ figure en todas partes y sea relevante. Dos o tres malas actuaciones y los promotores pueden empezar a ser menos generosos o directamente no considerar imprescindible a ese DJ, y eso es algo a lo que se exponen los más jóvenes, muchos de ellos son productores con talento pero novatos encima de un escenario como DJs, y su corta experiencia les condiciona a cometer errores. Necesitan que el show sea perfecto, porque igual que salieron de la nada de forma súbita, pueden tardar poco en volver a ella y ser sustituidos por una nueva joven estrella.

Tecnología y técnica

El hecho de que la tecnología ayude a los artistas a hacer mejores directos, más completos y con menos errores, no es algo que deba sorprendernos ni tampoco molestarnos a estas alturas, siempre y cuando se trate de únicamente ayudas y el espectáculo en vivo no pierda todo su sentido. Desde hace mucho tiempo, bandas de pop y rock tocan en directo guiados por una claqueta que habitualmente escucha el batería. También es frecuente que algunas canciones en directo de las bandas incluyan coros o instrumentaciones adicionales grabadas, que se disparan justo a tiempo gracias precisamente a que emplean claqueta. En ocasiones los coros sirven para enmascarar la voz del cantante en partes difíciles en las que le cuesta llegar al tono adecuado, y las instrumentaciones adicionales para añadir una tercera guitarra o una sección de viento o cuerda para que la canción tome cuerpo y suene lo más parecida posible al disco.
Los DJs también gozan de ayudas desde hace mucho tiempo. Entre las diversas labores del DJ, está la de acompasar las canciones que pincha, labor que antes debía hacerse ajustando manualmente la velocidad de reproducción del tocadiscos. Ahora cualquier software profesional, y también muchos reproductores profesionales de gama alta, pueden analizar la música y ajustar automáticamente su velocidad. Para la selección de canciones, otra de las tareas del DJ, también hay ayuda, ya que el software puede decirnos qué canción es armónicamente compatible con la que está sonando, un factor que ayuda a hacer mezclas más agradables para el público. A la hora de ejecutar la sesión, el DJ puede comenzar la reproducción del tema desde un punto avanzado de la canción, y no necesita cada vez que carga la canción avanzar hasta ese punto, ya que puede hacer que el software o el reproductor almacenen ese punto de reproducción para luego saltar ahí con la simple pulsación de un botón. Es lo que se conoce como hot cue. Si es adecuado alargar la canción, puede hacerse durante la reproducción haciendo que suene en bucle una determinada parte durante el tiempo necesario, sólo hay que indicar al software el punto de inicio del loop y la duración en compases del mismo, el software se encargará de calcular el punto final del loop empleando para ello el análisis del tempo que tiene de la canción. Los loops también pueden almacenarse. Respecto al sonido, tanto el software como los equipamientos digitales, cuentan con atenuadores y limitadores que impiden que un novato destruya el equipo de sonido. Hasta la ganancia de cada canción puede ajustarse de forma automática.  
Todas estas ayudas, hacen que una parte importante del trabajo del DJ se realice fuera de la cabina. Analizar canciones, comprobar que el análisis es correcto, corregir beatgrids para que la sincronización automática sea perfecta, buscar los puntos en los que puede ser interesante introducir un hot cue, conocer qué partes pueden alargarse con loops… ciertamente conlleva un buen trabajo. Pero a pesar de todas estas ayudas, hay factores que todavía quedan en manos del DJ. Las canciones deben ser correctamente elegidas durante la sesión más allá de los consejos armónicos que pueda dar el ordenador, la canción debe pincharse en el momento adecuado, la transición debe hacerse correctamente y tener la duración justa, los efectos hay que saber cuando usarlos, en qué medida, y en qué momentos es mejor olvidarse de ellos y dejar la canción tal cual fue creada. Cuestiones que en gran medida, se aprenden a través de mucha práctica y de mucha experiencia trabajando, y que por el momento, un reproductor de gama alta o un ordenador con software no pueden hacer. E incluso contando con las horas de práctica y los años de experiencia, ocurren errores, porque los humanos no son perfectos.

Novatos y tiempos modernos

Son precisamente los superstar DJs más novatos los más sospechosos de las peores artes. Entre otras cosas porque realmente muchos reconocen que no habían pinchado nunca antes de ser famosos y que tuvieron que aprender a toda velocidad porque el negocio de la música les exigía hacer un directo de DJ. Sí, esa es la paradoja actual, la gente espera que un músico o productor de música electrónica haga un espectáculo como DJ. Además, la gente ya no disfruta a los DJs bailando unos con otros, ahora el DJ se observa como si fuera un grupo de rock, algo que ya es canon en los festivales y que cada vez pasa en más clubs. No voy a entrar a valorar si es algo que está bien o está mal, si es algo generado por la audiencia o manipulado por la industria musical, pero la realidad es que es algo que sucede: un productor de música electrónica de éxito debe defender su música en directo pinchándola como un DJ mientras la audiencia baila observándole. Últimamente, es incluso común que en la venta de entradas o en material promocional, esta clase de eventos sean catalogados como conciertos (el último show de Eric Prydz por ejemplo), ya que junto al nombre del artista se puede observar la expresión “in concert” o “live concert”. ¿Será porque el público se comporta como en los conciertos?
Al hilo de estas tendencias actuales, Tim Bergling (más conocido como Avicii) reconocía en una polémica entrevista a la revista GQ el pasado año, que apenas cuatro años antes él no sabía nada de pinchar y que se dedicaba a hacer música de baile en su habitación. Fue el promotor Ash Pournouri, la persona que le descubrió, quien supuestamente le enseñó a pinchar. Tim reconocía que la mayoría de su trabajo se hacía fuera de la cabina, y que incluso las canciones a pinchar y las transiciones se elegían y trabajaban antes del evento. Para terminar de adornar su entrevista, comentó que saber observar la pista de baile para saber qué pinchar a continuación era algo que “muchos DJs mayores repiten como algo a lo que aferrarse para seguir siendo relevantes”. Sus comentarios levantaron mucho polvo y mala leche, se le acusó de llevar el set totalmente preparado de principio a fin, e incluso directamente grabado, y de ser cualquier cosa excepto un DJ. En su defensa tampoco pudo decir mucho, salvo que en los macro festivales él hacía y pinchaba lo que la gente esperaba, y que reservaba su faceta como selector musical para los clubs.
Otro joven superstar DJ, Sonny Moore, más conocido como Skrillex, ha tenido siempre sobre su cabeza la sospecha de que su set como DJ está mucho más que preparado. En sus primeras giras como DJ su equipo era un ordenador con Ableton Live conectado directamente a una mesa de mezclas Pioneer y a un sencillo controlador de pads M-Audio. De la mesa de mezclas Pioneer apenas tocaba el filtro o aplicaba algún efecto, y con el ordenador y el controlador… realmente nadie sabe muy bien que hacía, salvo aparentemente tocar controles de manera aleatoria. De hecho ni tan siquiera empleaba auriculares en aquella época. Muchos dijeron que en su show hacía poco más que jugar con algunos efectos sobre una grabación, o un set previamente secuenciado sobre Live. Los dos últimos años ha cambiado de equipo y utiliza la típica combinación de mesa DJM-900 con una pareja de reproductores CDJ-2000NXS, quizá para acallar rumores. Pero a pesar de ello, su show sigue en entredicho. De principio a fin su show está acompañado de proyecciones que se sincronizan a la perfección con la música, siempre a la perfección a pesar de que pare en algún momento la música para decir algo al público. Además hay partes de su setlist que se repiten enteras show tras show, por ejemplo la parte en la que su cabina (montada dentro de una escenografía con forma de nave espacial) se eleva gracias a un mecanismo hidráulico siempre suena su remix de la canción “Promises” de Nero y después su tema “Ruffneck”. Nada de esto demuestra que su set esté pregrabado… pero sí que gran parte está preparado. Nuevamente, buscando ofrecer una imagen de autenticidad, en su última gira ha programado unos eventos llamados "Takeovers", en los que acude a clubs de una misma ciudad a celebrar sesiones en las que supuestamente pincha una selección musical de corte menos populista y sin su típica puesta en escena. 

Los mayores de defienden

Al señor Calvin Harris se le tiró todo el mundo encima cuando fue citado en un artículo del blog Newsbeat de la BBC, donde se hablaba acerca de la polémica del papel de los superstar DJs en sus actuaciones en directo. De manera bastante poco concreta, el periodista del blog citaba unas frases de Calvin Harris en las que el artista decía “Creo que no hay ningún problema, cuando vas a un club quieres escuchar música producida, quieres escuchar el bajo, quieres escucharlo tan bien como pueda sonar”. Cuando se pidieron aclaraciones sobre exactamente el qué “no había problema”, la BBC explicó que Harris dijo eso cuando se le preguntó acerca de si pasaba algo por usar sets pregrabados (en inglés prerecorded sets), mientras que el propio Harris se defendió diciendo que recordaba la pregunta y que le preguntaron acerca de si el problema del DJ era usar discos (en inglés records). Harris asegura que si miente, que la BBC enseñe la grabación completa con la pregunta y la respuesta, mientras que la BBC asegura que posee la grabación de la entrevista, aunque hasta ahora no la ha mostrado. ¿Miente alguna de las dos partes o simplemente fue un malentendido entre ambas?
Steve Angello es otro de los DJs sobre el que han recaído muchas dudas. Tras besar el éxito con la formación Swedish House Mafia, ha seguido girando por todo el mundo como DJ en solitario. En una actuación en la que era el cabeza de cartel de un pequeño festival fue grabado desde un lateral del escenario, y en la grabación se podía observar como sonaban las tres últimas canciones de su show con unas transiciones entre ellas en las que Steve apenas interactuaba con el equipo. Al final de las tres canciones había una iluminación especial y fuegos artificiales sincronizados con la música. Las acusaciones fueron claras: estaba todo grabado. Pero Steve se justificó diciendo que su show es en directo… a excepción del final, donde reconoce usar un medley de canciones de unos 11 minutos que está grabado y que es así para que su equipo dispare la iluminación final y los fuegos artificiales, algo por lo que, según él, la gente paga por ver en sus shows, “y al que no le parezca bien que no pague la entrada”. Por lo menos Steve sí que ha reconocido que pequeñas partes están totalmente preparadas.
David Guetta desde hace tiempo es para muchos aficionados a la música de baile sospechoso de cualquier cosa menos de ser buena persona. Desde que Joachim Garraud reconoció públicamente en una entrevista radiofónica que los primeros éxitos masivos de Guetta los produjo él por encargo directo, al DJ francés se le ha mirado con lupa de manera constante. Que le hayan pillado en varios espectáculos televisivos “pinchando” con un equipo apagado y desenchufado no le ha ayudado precisamente, aunque debemos decir que esto tampoco es signo de nada, ya que en televisión todo está preparado y casi nada es en vivo hoy en día, salvo quizá los programas en los que tratan de descubrir talentos musicales (en Francia curiosamente David Guetta ha colaborado en alguno). Los rumores que le acusan de ser un farsante se han incrementado con diversas actuaciones que se han interrumpido porque el pendrive o la tarjeta de memoria donde transportaba la música se dañaban, antes o durante la actuación. ¿Cómo es que no era capaz de pinchar con otra cosa?¿Su set solo puede realizarse exclusivamente con la música contenida en el pendrive? A pesar de todo, Guetta siempre ha respondido a las acusaciones. “Soy capaz de hacerlo con los CDJ igual de bien que los que usan Ableton Live” ha llegado a declarar alardeando de buena técnica. También ha asegurado que los rumores sobre sets pregrabados en sus actuaciones sólo aparecen cuando llegan las votaciones para el top anual de DJ Mag, y que están sencillamente enfocadas para perjudicarle.  La teoría de la conspiración como defensa es un argumento retorcido, pero si no hay pruebas más válidas para acusarle, ciertamente puede decir cualquier cosa para defenderse.
Sobre Armin van Buuren también han recaído sospechas unas cuantas veces, y las acusaciones siempre han estado relacionadas con la perfecta sincronía entre la música que pinchaba con los CDJ y las imágenes que se proyectaban en el show. Pero Armin se defendió muy inteligentemente explicando con todo detalle su setup y cómo funciona. Básicamente emplea en cabina 4 CDJ-2000, aunque realmente sólo pincha con dos de ellos, los otros dos envían código SMPTE a un ordenador que controla los visuales. Para sincronizar el arranque entre los CDJ que pinchan el audio con los que envían SMPTE, se emplea la función fader start del mixer DJM-2000, al subir el fader del canal se envía la señal a dos CDJ a la vez. Para que la señal SMPTE sea del mismo tempo que el audio del otro CDJ, estos se sincronizan entre sí a través de la conexión ProDJ-Link (un cable ethernet). En el siguiente vídeo lo explica:


La estrella canadiense del EDM Deadmau5 (que por cierto, rechaza la etiqueta profesional de DJ) fue otro más de los que revolucionó la escena musical con unas declaraciones, pero lo suyo fue totalmente voluntario, curiosamente nadie le había acusado de nada. En su Tumblr publicó una entrada llamada “Todos pulsamos Play”, en el que empezaba diciendo que “con una hora de instrucciones, cualquiera con unos conocimientos mínimos de Ableton Live y tecnología musical en general podría hacer lo que yo hago en un concierto de Deadmau5”. Después explicaba que en su show hay un ordenador con Ableton Live y fragmentos premezclados (“hasta cierto punto”, matizaba) de sus producciones, donde tiene cierto control sobre algunos sonidos. Reconocía que no tiene margen para la improvisación ya que todo sigue un timeline preestablecido que envía código SMPTE para controlar las luces y las proyecciones. Después aseguraba que no le daba ninguna vergüenza todo esto, que le daba exactamente igual todo el tema de la capacidad para acompasar canciones que pueda o no tener un DJ ya que con Ableton Live no es necesario, y que el auténtico talento de los productores sale a relucir en el estudio. Al final de su escrito, lanzaba un guiño a los fans, diciendo que ellos son los que hacen algo especial los shows de música EDM, disfrutando de las luces y la música que previamente se ha hecho en un estudio.

¿Alguien se atreve con las conclusiones?

Decía Bill Brewster (una de las plumas más autorizadas del mundo de la música de baile) en un artículo que escribió para The Guardian, que el asunto de los sets pregrabados es un fenómeno curioso, porque es en la interacción entre la pista de baile y los DJs donde ocurre la auténtica diversión. Sin la posibilidad de cambiar el tempo o el stilo, el DJ no es más que un jukebox que necesita un descanso para el aseo cada cierto tiempo. Junto al fenómeno de los productores fantasma, forma parte de la actual cultura de club, que ha crecido y evolucionado, pero que está desconectada de sus auténticas raíces.
Las palabras de Brewster tienen un cariz derrotista y no es para menos. Asume que la evolución de la cultura de club como fenómeno mundial, ha tenido como coste la pérdida de la mayor parte de sus orígenes, a cambio de una teatralización que los fans probablemente aprecian de una manera subconsciente. Brewster hacía en su artículo también una breve y muy bien traída comparación con la lucha libre americana (el wrestling), una curiosa competición en la que los participantes, todos con un físico muy trabajado en el gimnasio, luchan en combates amañados rodeados de gran teatralidad. Los espectadores de este deporte, que se rige bajo un código teatral llamado kayfabe, saben que todo es una comparsa, pero a pesar de ello llenan polideportivos para animar a su luchador favorito y los combates son retransmitidos internacionalmente en multitud de canales de televisión.
No se ha dado realmente ningún caso en el que se haya podido demostrar de manera pública y contrastada que un determinado DJ popular en un show concreto, en lugar de pinchar simplemente puso en reproducción una grabación de dos horas. Aunque sí hay una buena cantidad de superstar DJs que o bien por motivos evidentes o bien porque han llegado a reconocerlo, tiene su show bastante “previsto” en mayor o menor medida, bien sea porque tienen fragmentos ya premezclados por motivos relativos a la puesta en escena, bien sea porque toda la actuación está secuenciada y la labor del DJ está centrada en manipular mediante filtros, efectos o reajustes de parámetros lo que suena, aunque esto último para muchos no es realmente la labor de un DJ.
La labor del DJ es manejar sabiamente la retroalimentación que hay entre música y pista, pero si algunas o muchas partes ya están decididas sin tener en cuenta a la pista, ¿realmente el artista que está en la cabina está ejerciendo de discjockey?, ¿o sencillamente éste es el nuevo concepto de “concierto de música electrónica”? . Sería curioso pensar en lo que podría ocurrir si trasladáramos un concepto de concierto así a otro género musical, ¿qué ocurriría si una banda como Bon Jovi comenzara a hacer giras con actuaciones totalmente en playback? ¿aceptarían los fans algo así?
Dentro de lo negativo que pueda parecer todo esto, hay un elemento positivo, y que es común a todo fenómeno musical cuando su popularidad se maximiza y se desvirtúa de sus orígenes: al ser un fenómeno masivo que capta muchos aficionados, es también una puerta abierta a que esos aficionados se animen a profundizar en la música, y conozcan propuestas más fieles a las raices

Fuente: http://www.hispasonic.com/reportajes/djs-usan-sets-pregrabados-mito-realidad/39208
  

domingo, 20 de abril de 2014

10 Canciones Que Van Sobre Drogas (Pero Posiblemente Ni Te Lo Imaginabas)

Parece que te están hablando de un día perfecto, o de la mujer de sus sueños, pero en realidad quieren decir pastillas y cocaína. El pop está lleno de mensajes ocultos, ahí van unos cuantos


10 canciones que van sobre drogas (pero posiblemente ni te lo imaginabas) | PlayGround | Noticias Musica

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir caballo? ¿Por qué nos cuelan un día maravilloso y soleado en vez de decirnos que están flotando en el espacio gracias a una pastilla mágica o una gota de lisergia? El pop está lleno de mensajes ocultos. Muchas canciones hablan de drogas cuando parece que quieren decirnos otra cosa. Podríamos detectar hasta 10.000, pero por ahora nos quedamos con 10: una clásica, una pillada por los pelos (vamos, que no, pero mola), y ocho más que rotundamente sí.

The Beatles: “Lucy in the Sky with Diamonds”
Bueno, de acuerdo. La referencia al LSD en el título de este himno psicodélico de McCartney y Lennon está ampliamente documentado, teorizado y compartido, pero es de justicia iniciar una lista de este cariz con la canción que probablemente mejor ejemplifique la criptodrogofilia en la música popular. En la época en la que The Beatles iban y venían de la India como quien bajaba a por tabaco y se tomaban unas gotas epopéyicas, esta canción se coló en el “Sgt. Pepper’s” con código cifrado. Apología del trip.


Carly Rae Jepsen: “Calle Me Maybe”
De acuerdo también, un poco pillada por los pelos. Pero sería muy atrevido hacer una lectura de “Call Me Maybe” como si fuera el “Waiting for the Man” de la Velvet en clave ultrapop, y que lo que en la superficie parece un encuentro cachondo en la noche entre una muchacha mona y un guaperas de playa, sea en realidad una transacción encubierta de maría y perico en un rincón de los suburbios. “I trade my soul for a wish / Pennies and dimes for a kiss / I wasn't looking for this / But now you're in my way” (...) “Hey I just met you / And this is crazy / But here's my number / So call me maybe”. Muy arriesgado, pero donde hay un maromo, igual también hay un camello.


MGMT: “Time To Pretend”
En apariencia, y gracias a ese estribillo saltarín, “Time to Pretend” parece un himno a la vida, a viajar a ciudades lejanas, tirarse a las nativas en un colchón sucio de pensión de barrio bohemio, beber en terrazas y dormir poco. Codifica el estilo de vida de la ‘Easyjet Set’, ahora en declive porque los billetes de avión ya no son tan baratos y los sueldos ya no son tan altos (o directamente no son). Pero en la letra de MGMT hay dos referencias que no se tienen muy en cuenta y son muy importantes. La primera es directa y a la encía: “I'll move to Paris, shoot some heroin, and fuck with the stars. / You man the island and the cocaine and the elegant cars”. Pero como luego habla de otras cosas, parece como si drogarse fuera parte de la atracción, un entrante en el menú. Pero ojo al final: “We'll choke on our vomit and that will be the end / We were fated to pretend”. O sea, que sí, que va de ponerse como Las Grecas y acabar como Bon Scott.


The La’s: “There She Goes”
Uno de los grandes himnos indies, una de las maravillas -desconocida por la mayoría, pero disfrutada por la minoría selecta que compra discos e investiga más allá de los cuatro grupos canónicos- que nos ha dado el pop inglés. Y aparentemente es una canción de admiración a una mujer que codifica en su pelo, sus ojos y sus senos la totalidad del universo como un aleph. Lo que ocurre es que la letra tiene un verso particularmente conflictivo que la banda siempre ha negado que vaya sobre drogas, pero que tiene toda la pinta de que está ahí para romper la baraja: “Racing through my brain, pulsing through my vein”. O sea, la heroína es en polvo, no en capa y antifaz.


Blur: “Beetlebum”
En la época en que Blur escribieron “Beetlebum” empezaban a suceder cosas raras. El grupo parecía a punto de descomponerse a causa del éxito, y recordarán los fans que Damon Albarn fue a refugiarse a Islandia, cuando el país todavía no era tan cool como ahora. Incluso montó un bar (que ya no existe). La explicación oficial fue una crisis de estrés tras su ruptura con Justin Frischmann (Elastica) y al exceso de trabajo, pero hubo drogas de por medio, muchas drogas, y “Beetlebum” fue el primer testamento secreto que resumía aquella etapa de adicciones. La expresión “chasing the beetle” es una deformación de “chasing the dragon” (perseguir al dragón), que es como se denominaba en los primeros antros de opio al acto de inhalar el vapor de la heroína cuando se fumaba.


Fleetwood Mac: “Gold Dust Woman”
Una gran parte de la carrera de Fleetwood Mac está marcada por la cocaína. Siempre se ha dicho que el sonido pulcro y perfeccionista de las grabaciones de rock adulto de la época estaba determinado por el abuso, tanto entre los músicos como los demás estamentos de la industria musical, de una cocaína excelente que, con su pureza, aguzaba ciertos sentidos y afectaba a la manía obsesiva. De ahí la nitidez en las grabaciones, la atención al detalle mínimo, de ahí lo mejor de Fleetwood Mac, Y en el álbum “Rumours” aparece “Gold Dust Woman”, que es toda una oda a la coca en versión metafórica e inyectada, como sólo los más yonquis saben hacer, con su estuchito para guardar la aguja y todo. “Take your silver spoon and dig your grave”. Esto no es caballo, amigas. Esto es boliviana en vena.


Elton John: “Tiny Dancer”
Cuando Elton John decidió desvelar sus dos mayores secretos -uno era su calvicie, que ya sospechábamos debajo de esos peluquines dignos de El Dioni, y el otro era su adicción feroz a la cocaína-, supimos de cosas que vosotros, humanos, no creeríais: fiestas en suites de hotel que acababan en bajonas solitarias dignas del mejor Julio Alberto, bandejas de plata cubiertas de nieve del Nepal, billetes de 1000 dólares enrollados de manera tan perfecta como el cilindro marrón del papel higiénico. Elton tenía unas fosas más profundas que las Marianas, un doble platino en la nariz que no lo superaba ni Frank Sinatra, una sangre más espesa que la de Sven Väth. Y de entre sus canciones simuladas sobre el alpiste, “Tiny Dancer”: “And now she's in me, always with me, tiny dancer in my hand”. Como gay del ala dura que es, Elton no podía hablar de una chica pequeña, blanca y delicada, sino de una papela que iba a meterse en generosas lonchas acto seguido.


D’Angelo: “Brown Sugar”
Hace 14 años ya que no sabemos nada de D’Angelo. Sabemos que sigue vivo, que quiere volver a grabar, que supuestamente tiene nuevo álbum en camino, pero su última referencia sigue siendo el inconmensurable “Voodoo” (2000). Y antes de eso, tuvo su primer hit con “Brown Sugar”, una canción enmascarada con referencias sexuales propias de un negrazo con planta de follador que nos quiso convencer de que el azúcar moreno era una jaca jerezana de piel zaína y sabor dulce que le ponía la entrepierna como el troncho de una lechuga. Pero no, era todo más textual de lo que parecía: “Brown Sugar” va de lo que va, que es de la heroína. Estaba todo claro al principio y nos quiso liar.


Nirvana: “Come as You Are”
No iremos a descubrir aquí la dependencia de la heroína que tenía Kurt Cobain ni tampoco la manera críptica que tenía de escribir sus letras. Nunca se sabe exactamente qué está diciendo, aunque sí intuímos que es un despliegue metafórico (y a veces alegórico) de sus demonios interiores. El sufrimiento es la clave, pero sobre todo el sufrimiento derivado de las adicciones. “Come As You Are” puede ser una canción de amistad, incluso de amor, o de aceptación de las circunstancias, pero en realidad es una canción sobre el chute y el subidón, sobre los efectos del viaje: “Come / As you are / As you were / As I want you to be / As a friend / As a friend / As an old enemy / Take your time / Hurry up”. Si no lo es, lo parece.


New Order: “True Faith”
Parece una canción sobre una felicidad inabarcable, pero ojo con este verso: “My morning sun is the drug that brings me near”. La luz solar del domingo es necesaria en esta vida sólo si se practica la fotosíntesis y tienes unas raíces bien arraigadas en tierra, pero estamos hablando de unos New Order en pleno subidón de éxito y éxtasis, y aquí hay algo más. La letra es fácilmente interpretable en clave de pastis y buenri, como denota el comienzo: “I feel so extraordinary / Something's got a hold on me / I get this feeling I'm in motion / A sudden sense of liberty / I don't care 'cause I'm not there / And I don't care if I'm here tomorrow”. Aquí huele a clubbing, máxime cuando se sabe que New Order descubrieron el MDMA en Nueva York alrededor del año 1983, cuando fueron a grabar con Arthur Baker, que era otro legendario drogota del downtown.


Fuente: https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3210926543711077603#editor/target=post;postID=8412239983293971552

miércoles, 16 de abril de 2014

Los Beatles Siguen de Gira En Un Universo Paralelo

Esta entrada no se si tomármela a broma totalmente o quizás tenga algo mas de seriedad de lo que aparenta, aun así como curiosidad la he decidido subir al block para que os echéis unas risas o para que os intrigue, juzgar vosotros mismos.

Desde hace unas semanas circula la noticia de un álbum raro de Los Beatles. Digo raro, y no mágico y misterioso, porque ya saben con cuánto cuidado conviene analizar las evidencias. La historia es así: la tarde del 9 de septiembre pasado, James Richards (seudónimo) viajaba cerca de un sitio llamado Del Puerto Canyon, al oeste de Turlock, California. Como su perro, su único acompañante, comenzó a mostrarse inquieto, detuvo el coche a un costado de la ruta por si necesitaba hacer sus necesidades. En eso, un conejo llamó la atención de la mascota, que salió disparada para darle caza. James, que conoce la perseverancia del animalito, se unió al tren. En medio de la persecución nuestro hombre tropezó y cayó desmayado. Cuando despertó estaba en un living con la cabeza vendada y su pichicho al lado, moviendo la cola. Cerca de allí, un hombre alto, de cabello negro y algo impresentable que dijo llamarse Jonas, le preguntó cómo estaba. Miró a través de la ventana y el paisaje era irreconocible. “¿Dónde estoy?”, le preguntó a Jonas. Desde ese momento, la concepción de Richards de la realidad se puso patas para arriba. Su ángel salvador había resultado ser un viajero interdimensional que decidió intervenir para  prestarle ayuda. Le explicó que había infinidad de Tierras paralelas, que lo había llevado a la suya hasta que se pusiera mejor y le dio abundantes detalles del planeta en esa otra dimensión.
El casete que contiene "Everyday Chemistry"INCREÍBLE SOUVENIR. Mientras conversaban notó que en esa realidad paralela las cosas sucedían de un modo parecido, pero con ligeras diferencias. Otras no tan ligeras, bueno. En un momento, a las perdidas, Jonas le cuenta que su hermano acababa de volver de un concierto de Los Beatles. “¿Quieres decir que aquí todavía están juntos?”, preguntó. Sí, contestó Jonas, y le mostró una estantería llena de casetes. Vio algunos discos conocidos, como Sargento Peppers, pero la portada lucía algo diferente. También vio otros títulos totalmente desconocidos. Le pidió una copia, para traer a nuestro mundo, y a Jonas le cambió el humor. “¡No, nada de fotos, nada de recuerdos, nada de cintas, nada!”. Le explicó que, si se lo permitía, algo malo podía suceder. Richards dejó de mostrarse interesado y cambió de tema. Pero no bien su anfritrión se distrajo metió uno de los casetes en el bolsillo. “No soy el tipo de persona que va a pasar por todas estas cosas en un mundo paralelo sin tomar algo para demostrar mi experiencia”, explica en el web site The Beatles Never Broken Up, donde cuenta la historia completa. Como sea, Jonas lo acompañó hasta el portal dimensional y, en instantes, Richards ya estaba junto a su auto. Otra vez en la Tierra.
The Beatles, psicodelia paradimensionalEL CALVARIO. James Richards (quien asegura preferir el anonimato por temor a represalias de la otra dimensión), es uno de los pocos protagonistas que ha regresado de una experiencia paranatural con pruebas concretas. En este caso, el único disco de Los Beatles grabado en una realidad alternativa, una Tierra II donde el grupo no se deshizo, Mark Chapman no leyó El guardián entre el centeno y George Harrison sobrevivió al cáncer. Otro mundo donde Paul McCartney parece haber sido incapaz de componer “Yesterday” y la banda aceptó a Yoko Ono como quinto beatle.
El título del álbum en cuestión es Everyday Chemistry (algo así como Química Cotidiana) y Richards, o como se llame, lo subió entero a la red, no sea cosa de resultar acusado de lucrar con una obra cuyos derechos son, por lo menos, materia controvertida. Por cierto, pocos le creen. Richards no los culpa. “Todavía tengo problemas para creer lo que me pasó. Yo no esperaría que usted me creyera, seguro que yo no lo haría, por eso tomé la cinta como prueba de que mi experiencia fue real”, explica. Los lectores que comentan las notas publicadas en cada medio anglosajón que se hizo eco de la novedad le saltan a la yugular: de todos los adjetivos que recibió, “charlatán” y “tarado” son los más cariñosos.
Si bien Los Beatles me fascinan, admito que lo mío no es la crítica musical. Pero me preocupó que nadie sometiera al disco a una evaluación ponderada. No para saber si alguien puede volver con un casete de Los Beatles de un universo paralelo, pero sí para pensar en cómo deberían sonar en una realidad donde siguen juntos. Para remediar esto convoqué a mis amigos Daniel Riera, por años crítico de rock en la edición argentina de la revista Rolling Stone, y a Alejandro Borgo, a este último no por su militancia escéptica -faltaba más- sino por sus conocimientos sobre la historia de Los Beatles y por ser un intérprete exquisito de sus canciones.

Escuchar Everyday Chemistry
Daniel Riera
NUESTROS BEATLES SON MEJORES
Por Daniel Riera

No sé si es una buena noticia que exista una banda llamada “Los Beatles” en otra dimensión. Por lo menos, no me queda claro luego de haber escuchado su casete (en esa otra dimensión, sigue siendo el soporte sonoro favorito de los usuarios) Everyday Chemistry. Los Beatles de la otra dimensión se llaman John Lennon, Paul Mc Cartney, George Harrison y Ringo Starr, igual que los nuestros. Pero no son iguales: en Everyday Chemistry queda clarísimo. James Richards, el hombre que importó el casete de aquellos Beatles (que todavía hoy siguen tocando allí donde viven), no aclara si la banda grabó allí un álbum parecido a lo que de este lado conocemos como Album Blanco (aunque su verdadero título sea The Beatles). Si así fuera, uno deduciría que aquellos John, Paul, George y Ringo han decidido profundizar en la senda experimental iniciada con “Revolution 9”. Aquí hay cintas invertidas, caos sonoro, muy poco de lo que en esta dimensión denominaríamos “canciones”. Para aquellos que gustamos de la música de “nuestros Beatles”, este es un problema. Porque si algo hacían bien “nuestros” Beatles,  era precisamente… ¡canciones! En ese revoltijo sonoro que es Everyday Chemistry, podemos identificar sin dificultad fragmentos de temas de lo que aquí conocimos como Wings, como Band On The Run, o de la carrera solista que Lennon desarrolló en nuestra dimensión, como Isolation. Al no haberse separado jamás, aquellos Beatles fueron teniendo ideas con algún punto de contacto con las que se le ocurrieron a “nuestros” Beatles cuando se convirtieron en solistas. El problema es que en la otra dimensión no lograron desarrollarlas como lo hicieron en este: se disuelven en un collage monótono que por momentos evoca más a los Residents que a “nuestros” Beatles. Ignoro qué representa este álbum en la carrera de la legendaria banda que existe y hace música en otra dimensión. Si todos sus discos son como Everyday Chemistry,  no tengo ninguna duda de que “nuestros” Beatles son muchísimo mejores.
Alejandro Borgo

UN REGRESO A LA NADA AUTORAL
Por Alejandro Borgo

No suenan a temas compuestos y desarrollados de acuerdo a ideas centrales. Un pedazo de letra por acá, una voz por allá, una base rítmica que se repite. No parecen temas que tengan una línea melódica y armónica coherente. Se deben haber renovado bastante en esa realidad paralela, porque no parecen Los Beatles. Pero ellos eran así, innovadores. Lamentablemente, este disco marca, yo diría, una involución. Comparado con la última obra conocida grabada por Los Beatles, Abbey Road, este disco representa una verdadera regresión a la nada autoral. Igualmente, resulta grato saber que se mantuvieron en actividad, volviendo a ingerir gran cantidad de drogas psicodélicas al componer y grabar. O tal vez una suerte de Alzheimer prematuro les afectó la creatividad y balbucearon aleatoriamente lo que recordaban de sus vidas anteriores.

Fuente: http://magiacritica.wordpress.com/2009/11/27/james-richards-los-beatles-siguen-de-gira-en-un-universo-paralelo/

sábado, 12 de abril de 2014

El Nuevo Documental Sobre Jeff Mills Solo Se Podrá Ver En Museos

La última pieza producida por el mago de Detroit, a medias con Jacqueline Caux, es un vídeo de 45 minutos en el que nos comunica su idea del futuro y sus pensamientos más profundo

Jeff Mills es un hombre empeñado en mirar siempre al futuro, pase lo que pase. Su nuevo trabajo es un documental que, por ahora, solo se puede ver en museos y en ocasiones muy especiales: 'Man of tomorrow' es el mejor compendio que existe de la ‘filosofía Mills’.
El nuevo documental sobre Jeff Mills solo se podrá ver en museos (y es un flipe) | PlayGround | Actualidad Musical
Jeff Mills lleva tantos años hablando del futuro que más que un DJ o un productor de techno, parece un predicador. En su discurso, que mezcla títulos de discos, sugerencias visuales mientras pincha, entrevistas y videoclips, abundan conceptos como el hipotético contacto con civilizaciones extraterrestres, el desarrollo científico y tecnológico de nuestra sociedad, la búsqueda de fuentes alternativas de energía y de conocimiento, la exploración del espacio exterior e incluso la colonización de otros planetas.
Todas las utopías y las fantasías desarrolladas durante décadas por la ciencia-ficción, con su aliento poético y su empuje entusiasta hacia las fronteras desconocidas, coinciden en un discurso muy bien articulado en el que se mezclan The Electrifying Mojo y Stanley Kubrick, Philip K. Dick y Detroit, Ray Bradbury y la aeronáutica. Así que tarde o temprano tenía que llegar el momento en el que toda la ‘filosofía Mills’ apareciera condensada en una sola obra englobadora.
Conversaciones sobre el futuro
Man from tomorrow
Se trata de Man from tomorrow, un documental dirigido por la realizadora francesa Jacqueline Caux en el que, durante 45 minutos, se suceden imágenes abstractas y fragmentos de conversaciones mantenidas entre Mills y Caux en las que se debaten ampliamente todos los asuntos relacionados con el futuro -de la música, del hombre, de la civilización- que le interesan a The Wizar. Caux es una directora versada en esta clase de saraos: en 2007 ya presentó Cycles of the mental machine, un documental sobre el techno de Detroit.
Por ahora, la manera de acceder a Man from tomorrow -título inspirado, lógicamente, en el track incluido en el doble 12” de 1994 editado en el sello Axis, “Cycle 30”- es a través de pases públicos en lugares muy especiales. El documental se estrenó el pasado 2 de febrero en el Museo del Louvre, se ha proyectado también en Nueva York y Berlín, y el 19 de abril llega al ICA de Londres, motivo por el cual Mills ha conversado con la revista Dazed para ofrecer más detalles del proyecto.
Por ejemplo, comenta que Jacqueline y él se conocieron a través de amigos comunes en París y que conectaron con una idea: hacer una película que fuera representativa sobre el proceso psicológico que atraviesan las personas que escuchan música electrónica. “Para llevar esta vida, necesitas una estructura mental distinta”. Y es que, según Mills, el techno es una cosa muy seria. “Hay gente que ha visto el documental y dice que tengo una actitud muy triste. Es la consecuencia de esta profesión. Cuando llevas tanto tiempo [Mills ha estado en el techno durante más de 30 años], no se trata de si te lo pasas bien o no. Es una cosa instintiva. Ahora hago 10 veces más música que cuando era joven, porque no me basta con comprar música y esperar a que alguien haya hecho el tipo de disco que necesito escuchar. Cuando vas a pinchar a una fiesta, necesitas música que diga exactamente lo que necesitas comunicar”.
Comunicar el futuro, en definitiva. El trabajo de una vida.



Fuente: http://www.playgroundmag.net/musica/noticias-musica/actualidad-musical/el-nuevo-documental-sobre-jeff-mills-solo-se-podra-ver-en-museos-y-es-un-flipe?fb_action_ids=10152183828644079&fb_action_types=og.likes

viernes, 11 de abril de 2014

Aphex Twin Revienta El Mercado Musical Sin Abandonar Su Guarida

Aphex Twin revienta el mercado musical sin abandonar su guarida | PlayGround | Actualidad Musical


Aflora en Discogs un 'test pressing' del álbum perdido de Caustic Window y las cifras se disparan. 500 afortunados podrán obtener una copia digital del disco antes de su subasta


Richard D. James lleva dos décadas cultivando con denuedo su leyenda de genio excéntrico y esquivo. Y a la larga, esa fama de weirdo iluminado paga. Y paga bien. Pero que muy bien.
Cuando nadie lo esperaba, cuando de hecho ya nadie parece acordarse de aquellas declaraciones de Steve Beckett (aka líder supremo de Warp) en las que confirmaba, hace ya más de tres años, que había un nuevo trabajo de Aphex Twin en camino, un usuario anónimo de Discogs se ha sacado de la manga una copia del álbum inédito de Caustic Window.
Caustic Window es el alias que nuestro raro favorito usó durante la primera década de los 90s para firmar un manojo de EPs (cuatro en total, recopilados en 1998 en Compilation) que oscilaban entre las vibraciones braindance, los sonidos de herencia hardcore-rave, el dub electrónico y un techno acidulante, de sonoridades metálicas y efecto astringente, que por momentos se acercaba a los terrenos de agresión propios de la música industrial.

Richard llegó a grabar un álbum como Caustic Window en 1994 que nunca llegó a ver la luz de forma oficial. Y un test pressing de ese disco es el que ahora ha emergido en Discogs. Se cree que existen otras cuatro copias iguales en el mundo, que estarían en manos de Mike Paradinas (µ-Ziq, capo de Planet Mu), Chris Jeffs (Cylob), Grant Wilson-Claridge (cofundador de Rephlex Records) y el propio Richard D. James. No hay más. Y ya sabemos lo que eso significa: un bien escaso es un bien caro. Suponiendo que exista demanda, claro. Y en este caso la hay, vaya si la hay.
En un primer momento, el afortunado poseedor de esa copia de prueba en vinilo del disco perdido de Caustic Window pedía 13.500 dólares por el fetiche, algo más de 9.700 euros al cambio. Pero en las últimas 24 horas su estrategia ha cambiado. El tipo, de común acuerdo con Rephlex, ha llegado a un trato con los responsables del foro We Are The Music Makers (WATMM) para lanzar una campaña de Kickstarter que permitirá a 500 personas obtener una copia digital del álbum. El precio final del trato se ha situado en los 8.368 dólares (algo más de 6.000 euros), por lo que cada una de esas copias digitales costará en torno a los 12 euros. Puedes leer más sobre los detalles de esa campaña, que aún está pendiente de lanzarse, aquí.
aphex-twin-revienta-el-mercado-musical-sin-abandonar-su-guarida
Una vez que se hayan conseguido los objetivos de recaudación en Kickstarter, la copia física del álbum se subastará en eBay, repartiéndose los beneficios que se obtengan entre Rephlex y Aphex Twin (a ellos irá a parar un tercio del dinero, en concepto de royalties), las personas que participen en la campaña de crowdfunding (otro tercio a repartir entre todos) y una entidad benéfica que elegirán los propios usuarios de WATMM.
Hace pocos días RZA hablaba de la devaluación de la música (“hasta casi el punto de que se considera que debería ser regalada”, decía) frente a otras formas de arte al hilo del disco secreto de Wu-Tang Clan, ya sabes, ese del que sólo existirá una única copia presentada en una caja de lujo, y que además girará por museos, galerías y festivales antes de ser vendida. Bueno, casos como este de Aphex demuestran que para algunos el objeto físico-musical sigue teniendo valor. Incluso un valor desmedido. ¿Porque quién en su sano juicio estaría dispuesto a pagar 10.000 euros por un trozo de plástico que contiene una música que hay gente que asegura poseer ripeada en casete desde mediados de los 90s? ¿No es el culto al objeto, cuando éste se convierte en mercancía especulativa, otra forma de despreciar el valor de la música como expresión artística?
Quizás, como mantenía Walter Benjamin en Iluminaciones II, todo este delirio alrededor del coleccionismo de piezas únicas (y no tan únicas) tenga que ver más con el valor del objeto como mecanismo fijador de recuerdos. “Este o cualquier otro procedimiento es meramente un dique contra la marea viva de los recuerdos que explotan frente a cualquier coleccionista cuando contempla sus posesiones”, escribía Benjamin. “Todas las pasiones bordean lo caótico, pero la pasión del coleccionista bordea el caos de la memoria”. Un caos que a la larga termina saliendo muy caro.
Nosotros no vamos a pujar porque no tenemos ese dinero y porque, de tenerlo, preferiríamos gastarlo en muchas otras cosas antes. Pero no nos importaría hacerle al dueño del disco una oferta alternativa... Como dice un comentarista de la noticia publicada en Fact:
“I really don't have that kind of money. Can I just suck the owners cock instead?”
¿Trato?

Fuente: http://www.playgroundmag.net/musica/noticias-musica/actualidad-musical/aphex-twin-revienta-el-mercado-musical-sin-abandonar-su-guarida