miércoles, 29 de enero de 2014

Los Garitos También Emigran

El mítico Nasti de Madrid renace en Berlín.
El mítico Nasti de Madrid renace en Berlín.

  • No son los primeros y desafortunadamente tampoco serán los últimos. Para unos es movilidad exterior –léase la ministra Fátima Báñez-, para otros un buen recurso emotivo para hacer anuncios –ponga aquí Campofrío- y para la gran mayoría de esos españoles que tiene que hacer las maletas para buscarse la vida fuera de nuestras fronteras -llámense recién licenciados, parados, padres de familia o investigadores- la cruda realidad de la crisis económica. Y no. No solo afecta a cualquiera de nosotros. Los garitos también empaquetan y emigran. Y el ejemplo lo tenemos en el Nasti.
El mítico club de Malasaña, que tomó el testigo de la no menos célebre sala Maravillas donde entre otros se gestó el FIB, cerró el pasado 27 de julio acosado por la situación económica. Medio año después, el 31 de enero renace Nasti Club Berlín. "En Madrid es imposible hacer nada, desde las mil barreras que te ponen desde el Ayuntamiento hasta la crisis, que no ayuda. Nos tomamos un tiempo de relax para cambiar el chip y decidí ir a Berlín a comprobar si el movimiento de la noche, que siempre ha estado a la cabeza en el rollo club en Europa, seguía siendo así. A través de conocidos, el dueño de una sala que conocía el Nasti me propuso llevarlo allí en muy buenas condiciones, montamos un grupo de gente y junto a Carla [García, también socia del club en Madrid] decidimos llevarlo adelante", explica Chema García, uno de los socios del club.
La historia de los problemas del Nasti en la noche madrileña viene de lejos. Comenzaron en 2008 con la nueva ordenanza municipal reguladora de las licencias que le redujo la hora de cierre de las seis a las tres y media de la madrugada. Después llegó un aumento indisimulado del control policial, la disminución del aforo, la ley antitabaco… y el remate, la subida del IVA. "Fueron una serie de sindioses y barreras que resultaron insalvables. Cinco años acumulando deudas a las que se sumó la crisis y el IVA, que marcó a mucha gente que se quedaba en casa o gastaba menos. Se hizo muy difícil llevar el club y te quitaba la ilusión. Así que lo mejor era parar", rememora Chema. Y lanza una frase que ya hemos oído miles de veces. "Si aquí no hay posibilidades y pues te vas. Y ahora estamos a tope y con ganas de este reto", agrega.
El Nasti vuelve a abrir en Berlín el 31 de enero.
El Nasti vuelve a abrir en Berlín el 31 de enero.

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/club_nasti-madrid-berlin-emigrar-musica-salas_0_221528613.html

domingo, 26 de enero de 2014

Compositor Hace Música Con Orquesta De Abejas

El zumbido de las abejas puede ser molesto pero también tiene una cualidad hipnótica que puede procesarse para crear un ambiente onírico o meditativo, hasta tracks tecnoangelicales para llenar los paisejes digitales de los videojuegos. La miel cultivada electrónicamente rinde sus flores sonoras.
El compositor del videojuego Tomb Raider, Troels Brun Folmann es incansable en su búsqueda de sonidos únicos para remediatizarlos. El compositor danés ha grabado tambores de tanques propano, rugidos estomacales, frenos dañados de bicicleta, el viento entre los sauces y hasta el sonido de unas nalgadas a su novia.
Pero su empresa más valiente ha sido grabar el sonido de abejas de miel para manipularlas en una pieza de música electrónica. Para hacerlo Brun Folmann ha tenido que superar su apifobia (miedo a las abejas).
“He sido picado más 100 de veces, lo que me ha llevado a pensar que emito una extraña feromona que instantáneamente enfurece a estos poderosos insectos. Para probar mi teoría y superar mi apifobia, deliberadamente me mantuve en este jardín de abejas, lo cual me hizo notar los hermosos sonidos que hacen”.
Recordemos que las abejas son insectos relacionados con la divinidad, tanto con Zeus como con los reyes Merovingios, cuyo linaje supuestamente proviene de la sangre real, o santo grial.
“Grabe el batir de las alas en alta resolución y luego lo baje al punto de que podía oír el batir individual de las alas de cada abeja. Esto fue lo que use para crear los bajos.” Folmann luego equalizó y filtro los sonidos para que se amalgamaran con la instrumentación convencional, de percusiones, cuerdas y voces humanas.
El agudo oído de este compositor ha hecho que trabaje haciendo efectos para películas como Avatar, Transformers y 2012. Hora Folmann, el mago de los foleys, ha superado su miedo a als abejas, y ha manifestado su preocupación por la amenaza de extinción que sufren estos insectos.



En este increíble video podemos ver todo el proceso de grabación y manipulación digital así como el jardín de abejas y la transpolinización sonora entre insecto y humano.


Fuente: http://pijamasurf.com/2010/10/compositor-hace-musica-con-orquesta-de-abejas-y-te-ensena-como-hacerla/

martes, 21 de enero de 2014

Un Estudio Describe Stonehenge Como Un Centro De Instrumentos Musicales De Piedra

Los sonidos producidos por las piedras, conocidas como litófonos, pueden variar emulando sonidos de metal y hasta la resonancia de la madera. Expertos británicos han comprobado que los monolitos llamados 'Piedras azules' de Stonhenge son litófonos cuando se las 'toca' con martillos de piedra.

Los investigadores conjeturan que las piedras de la zona de Mynydd Y Preseli, de donde provienen las 'Piedras azules' de Stonhenge, tienen estas características acústicas especiales, algo que explicaría las numerosas construcciones neolíticas en la zona.

A pesar de que las propiedades acústicas de Stonhenge pudieron quedar dañadas por el concreto con que fueron cubiertas las piedras durante las obras de restauración en la década de los 50, los expertos lograron grabar ruidos, que -según ellos- suenan como campanas, percusiones y gongs.

También encontraron evidencias de que algunas piedras ya habían sido 'golpeadas' antes, es decir, que posiblemente pudieron ser usadas como un instrumento musical. Las distintas partes de diferentes de piedras suenan de manera distinta, convirtiéndose en una especie de 'xilófono'.

De acuerdo con ellos, los ruidos emitidos por otros litófonos en la zona pueden oírse desde lejos, así que pudieron ser usadas como medio de comunicación en tiempos remotos o en rituales. Algunas piedras similares eran usadas como campanas hasta el siglo XVIII en áreas cercanas.
 
Según los arqueólogos, es probable que ésta sea la razón por la cual los constructores prehistóricos de Stonehenge transportaron los monolitos desde Preseli, a 200 kilómetros de la construcción, a pesar de que en la zona donde se ubica Stonhenge hay suficientes piedras para la construcción

lunes, 20 de enero de 2014

Los Pegamoides, La Generación Que Derribó A 'Los Progres De Pana Y Cantautor


VALENCIA. La colección ‘Cara B' de Lengua de Trapo cuenta la historia y el contexto de los discos más importantes de la historia de la música popular española. Si la entrega sobre Mecano resultó ser todo un hallazgo que se leía del tirón te gustase o no el discutido trío, el libro sobre Alaska y los Pegamoides El año en que España se volvió loca reúne las mismas características.
Lo más interesante, al igual que en el trabajo de Grace Morales, más que la profusión de fuentes y la ingente labor de documentación, es la visión de la autora sobre aquellos años. Otra vez, tenemos un análisis muy escéptico y poco romántico sobre un pasado nada épico. Muchos encontrarán excepciones en todo lo que opina, sobre todo en lo que asevera, pero es una visión crítica muy interesante. Lástima que en un país donde discrepar es equivalente a escupir en la cara, lo que ocurrirá es que algunos se sentirán agredidos y cargarán las tintas contra el ensayo. Así somos. 
Pero uno goza leyendo el retrato de "los progres" artífices de la Transición. Para Patricia Godes, la autora, lo que se ha tenido en llamar 'La Movida' fue claramente una reacción contra el aludido colectivo. Por una parte obvia, por el agotamiento de la fórmula de los cantautores en lo musical, pero muy especialmente por la prepotencia y la arrogancia de "los progres" en otros aspectos de la vida. Sobre todo el citado de la alergia al discrepante. 
Para la autora, por muy antifranquistas que fuesen, la mayor parte de esta gente había sido educada, aunque no les gustase, por curas, mujeres-madre amas de casa avasalladas y hombres autoritarios y machistas con bigotillo franquista. Los pelos largos y las patas de campana no podían borrar de la psique ciertos tics inevitablemente heredados que, según este libro, se manifestaban sobre todo en un profundo desprecio por los gustos de las clases populares.
En los primeros capítulos aparecen testimonios hasta de personas a las que no les dejaban pararse en el escaparate de una tienda de tebeos a ver las últimas novedades de Asterix porque eso era "burgués". Iban por ahí echando broncas, da a entender, inquisitivos y castradores. 
Sin embargo, muchos tuvieron que ver con envidia cómo los jóvenes de la Transición se lo pasaban bien y, además, tenían una dilatada agenda sexual con la que ellos no habían ni soñado. Es ahí donde, explica, apareció el fenómeno del madurito ochentero que empieza a comprarse trajes de diseño, se convierte en un sofisticado gourmet y no le hace ascos a la cocaína. Si los jóvenes se divierten, ellos también. A cualquier precio.
Además, la prensa, controlada o incluso copada por la generación "progre", como la juventud no comulgaba con sus ideales a pies juntillas tuvo a bien identificarla con "la nueva derecha". Un ramalazo dogmático y maniqueo como el de los propios franquistas.
El problema, no obstante, es que hubo muy poco de romántico en todo el fenómeno a gran escala. No sólo por el intento convertir a los grupos de la Nueva Ola -desvinculados de las reivindicaciones sociales económicas, como contó Morales- por parte del Gobierno a base de cederles un generoso espacio en la televisión, sino por lo mal que se digirió en muchos sectores la libertad. Godes considera que en España no hubo "modernización", sino "modernez". Nos despedimos de los buenos modales y dejamos atrás la honradez, señala, para librarnos del peso de un pasado severo que había sido "demonizado hasta el extremo".
Y sentencia: "Libertad significa, en 1982, simplemente emborracharse, hacer el imbécil y jactarse tanto de las hazañas sexuales propias como de conocer las ajenas. Nuestro dogmatismo e intolerancia ancestrales seguían en pie de guerra y, si no bailabas borracho encima de las mesas, los esclavos del averno de la presunta modernez se te echaban encima como las proverbiales furias y basiliscos". Toma ya. 
El caso es que en esta confrontación generacional surgieron Alaska y los Pegamoides. El grupo, que venía de la disolución de Kaka deluxe, de los pioneros del punk español, y la incorporación de Eduardo Benavente y Ana Curra (posteriormente Parálisis Permanente), si algo tenía en aquel momento era la imposibilidad de etiquetarlo en condiciones, eso que se hace para que nadie se sienta incómodo o fuera de onda. 

Eran pop, o música ligera sin pretensiones, sin haber dejado de ser punk y, a su vez, nunca llegaron a ser del todo góticos -siniestros se decía entonces-. Su imaginario era el de la primera generación en España que se había fascinado con el cine escapista y prácticamente criado chupando televisión -otra afición denostada por "los progres" de entonces, apunta Godes-,  que se refugiaba en el espíritu y cierta estética ye-ye de los años 60 porque, otra vez, era lo que reventaba a los de la pana, que lo tomaban por pueril y falto de contenido.
El grupo, como todos los de aquel entonces, atravesó sus problemas con los sellos, se enfrentó a giras extenuantes en un país carente de todo profesionalismo para montar estos tinglados. También vivió choques de egos con un Carlos Berlanga que quería ser más pop, mientras que Benavente y las chicas alucinaban con lo que llegaba de Londres, Bauhaus, Siouxie, Killing Joke... y todo afterpunk que dejó mucha estética pero pocos hits. 
El resultado fue la sensación de que la cosa podría haber dado para mucho más, como suele ocurrir habitualmente. Canut, Alaska y Berlanga siguieron en Dinarama y, desgraciadamente, Ana Curra y Eduardo Benavente no pudieron demostrar todo su potencial, que era enorme, con Parálisis Permanente por culpa de un accidente que sesgó la vida de Eduardo con solo 21 años de edad.
La mejor parada de todo este pequeño torbellino, que no duró más que un año en realidad, fue Alaska. Encajó donde siempre había querido estar, entre el famoseo, y todavía no se ha bajado. Eso sí, nunca la han cogido en un renuncio. Cuando lo que estaba de moda era drogarse, ella lo rechazaba y se quedaba los fines de semana en casa leyendo. Es más, desde discursos feministas citados en el libro se reivindica su papel a la hora de romper con ridículas normas no escritas como que las mujeres que no sean delgadas no pueden llevar ropas provocativas. Hasta dejó una frase que debería ser recordada por los siglos: "Me deprime ver gente bronceada".
En cualquier caso, entre el concierto de los Rolling Stones en España en 1976 y el de U2 en 1987, la música fue protagonista del cambio social de este país. Se le prestaba verdadera atención, existían programas de música en TV -hoy todos extintos o sustituidos por charlotadas en forma de coach-reality- y emisoras de radio atentas a todas las tendencias, comerciales o no, y la misma prueba de ello es que se puede explicar todo un país, la España de 1982, con solo analizar este LP.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO
Título: Alaska y Los Pegamoides: el año en que

Fuente: http://www.valenciaplaza.com/ver/115806/alaska-pegamoides-libro-el-a%C3%B1o-que-espa%C3%B1a-se-volvio-loca.html

sábado, 18 de enero de 2014

Vuelve El Vinilo… Espera, ¿Estamos De Broma?

En los últimos meses una ola de retroadoración masiva del vinilo se ha apoderado en internet de muchos foros públicos y puntos de opinión para DJs. La nostalgia ha brotado de lo más profundo de las torturadas almas de los discjockeys, y acompañada de un cierto resentimiento contra la tecnología y el intrusismo profesional, se ha plasmado en forma de palabras en las pantallas de nuestros ordenadores. Los argumentos para defender el regreso del redondo y plano aliado sonoro son tales como “por culpa del sync los que no son DJs pueden pinchar” o  “por culpa de los controladores ahora hay más DJs y cobramos menos”, aunque lo mejor es el mantra con el que todos parecen conseguir algo de paz en su espíritu: “cuando vuelva el vinilo los verdaderos DJs regresarán”. Amén. Un momento, ¿cuando vuelva el vinilo?.

Platos del presente, recuerdos del pasado

Evidentemente el regreso del vinilo como soporte musical predominante no es más que una fantasía. Incluso sigue siendo una fantasía pensar en el vinilo como formato predominante exclusivamente para DJs. Si nos resulta más placentera, a esa fantasía podemos ponerle unicornios parlantes recorriendo los pasillos de las tiendas de vinilos, y goblins de color verde esperándonos en la caja para cobrarnos en gruesas monedas de chocolate que portamos en un saquete de cuero que cuelga de nuestro cinto, mientras unas hadas revolotean a nuestro alrededor susurrandonos “¡¡Llévate otro, llévate otro!!”. Pero seguirá siendo una fantasía, sin más.
Toda fantasía de semejante calado se alimenta necesariamente de hechos reales, son imprescindibles, aunque esos hechos reales se interpretan como a cada uno mejor le vienen. Primero nos centraremos en un hecho real en el que mucha gente se ha apoyado, y es la aparición de dos nuevos modelos de plato (aunque curiosamente la gente únicamente se ha fijado en uno de ellos): los Reloop RP7000 y RP8000. El que más ha llamado la atención, y en el que más se ha centrado también el marketing, es en el modelo RP8000, principalmente por haber incorporado una hilera de botones que envían MIDI a través de un puerto USB, y por una pantallita en la que marca la posición del pitch. El plato además comparte muchísimas líneas estéticas con los legendarios Technics, y eso es algo que ha golpeado muchas cabezas: “vuelve un plato como el Technics, ¿volverán entonces los buenos tiempos del vinilo?”. Pues va a ser que no, el RP-8000 (un plato magnífico y precioso, por cierto) evidentemente puede reproducir cualquier vinilo, pero un plato así está claramente diseñado para ser empleado con vinilos timecode. La botonera MIDI que incorpora no tienen ningún sentido en un mundo de vinilos normales, y su utilidad evidente es ser empleada para cosas como marcar y saltar a hot cues, o activar y desactivar loops. Por cierto, ¿hemos dicho timecode? Los sistemas timecode, a pesar de que muchos creen que existen para que las nuevas generaciones le rindan culto al vinilo, fueron en realidad inventados para que las “viejas generaciones” pudieran pasarse al mundo digital sin tener que aprender muchas cosas nuevas, ya que podrían mantener su “clásica” forma de relacionarse con los elementos de una cabina mientras que podían emplear música en el nuevo soporte de archivo digital. Y evidentemente también los turntablistas (para mi los más beneficiados por el timecode) encontraron su santo grial: poder scratchear cualquier sonido. Otra cosa es lo que los maestros del marketing han logrado hacer creer sobre el timecode empleando sabiamente palabros tales como “auténtico”, “tacto” y “genuino”, marketing por cierto totalmente dirigido al DJ, ya que el público no toca los platos y no percibe el auténtico tacto genuino...

Me los quitan de las manos

Otro de los hechos reales de libre interpretación para justificar el regreso del vinilo, son sus ventas. Durante 2012 y 2013 hemos tenido numerosos titulares de prensa que proclamaban espectaculares aumentos en las ventas de vinilo, así como la bajada de ventas del CD. Normalmente estos titulares daban datos de diferentes países europeos y de EEUU, países en los que las ventas de vinilos estos dos últimos años han aumentado entre un 20 y un 40%, en algunos incluso más como en el Reino Unido donde han llegado a subidas del 70% en las ventas. Y sí, ciertamente un aumento de las ventas de tal magnitud en un producto de carácter cultural, es algo francamente importante. Pero seamos serios, aunque las cifras parezcan grandilocuentes, en realidad no suponen el regreso de nada. Decir que algo aumenta el 40% queda muy bien, pero ¿el 40% de cuanto?. Por poner un ejemplo, en EEUU (uno de los países que mayores ventas registra) durante 2013 el disco en vinilo más vendido ha sido Random Access Memories de Daft Punk, y han sido nada menos que… 49.000 copias. Un disco que en CD y en descarga digital allá por agosto rozaba las 700.000 copias en EEUU, en todo el año sólo ha sacado 49.000 vinilos. Y eso es el más vendido, si bajamos un poco en la tabla hasta el 5º o el 6º puesto con los discos de Mumford & Sons o Queens of the stone age, nos quedamos en cifras que no pasan de 27.000 copias en EEUU. Y por cierto, estamos hablando en todos los casos de albums, los singles en vinilo (formato empleado por el DJ generalmente) tienen unas ventas tan bajas que es imposible que entren en estos listados.
Por otra parte las ventas de CDs han bajado, una tendencia de hace ya unos cuantos años y que de manera imparable ha continuado. El CD ciertamente ha ido siendo vapuleado de manera constante por la descarga digital, aceptada ya por los consumidores como algo equivalente. También es cierto que se ha generado una tendencia entre algunos compradores de música en formato físico a sustituir la compra del CD por la compra del vinilo, aunque esto igualmente es algo que sucede únicamente con álbumes de artistas bastante populares gracias a una jugada de las discográficas en la que con la compra del vinilo se obtiene también la descarga digital, que como ya he dicho, ha sido aceptada por los consumidores como equivalente al CD, así que es interpretado como una oferta de dos por uno. Las compras de descargas digitales, por cierto, han sufrido un pequeño descalabro el último año, con una pequeña bajada de las ventas. Pero no nos engañemos, el vinilo no es el gran ganador de este pequeño descalabro, el que se ha quedado con esa facturación ha sido el streaming, nuevo formato para disfrutar de la música con un ritmo de implantación muy bueno y unas cifras que no deja de subir. Por cierto, que para DJs comienzan a aparecer servicios de streaming especializados como Pulselocker, que permite usar los temas para ser pinchados en directo, y eso es algo realmente bueno.

Sincronizando paquirrines

Al margen de que haya nuevos platos y de que se vendan más vinilos, hay gente que argumenta el regreso del vinilo como una necesidad de ámbito laboral. ¿Para qué? Pues según algunos para eliminar intrusismo laboral que les obstaculiza obtener empleo. La historia ya es conocida por todos: el software ahora incorpora funciones de sincronía automática, ergo cualquiera puede cuadrar dos temas, ergo cualquiera puede ser DJ. Ejemplo: Paquirrín es DJ. Otro ejemplo: el hijo de mi vecino, de 15 años, es DJ. Paquirrín gana mucho dinero y muchos asumen que ese dinero lo debería ganar un “verdadero DJ”. El hijo de mi vecino pincha gratis, y eso revienta el mercado, y por tanto hace que le baje el sueldo al “verdadero DJ”. Si volviera el vinilo, como esa gente no sabe usarlo, volvería el momento del “verdadero DJ”. La tecnología actual ha quitado al “verdadero DJ” de las cabinas.
Lo lamentable de todo este razonamiento (fruto del locus de control externo, luego explicaré esto) es que quienes lo llevan a cabo de una manera tan simplista lo primero que hacen es desprestigiarse a ellos mismos, ya que reducen la importancia de su trabajo al mero hecho de ser capaz de sincronizar dos canciones, algo por lo que algunos creen que deberían cobrar como un ingeniero, pero sin pisar una universidad. Lo que da valor (o caché) a un DJ no es saber acompasar dos canciones, es su poder de convocatoria, y tras eso, su capacidad para mantener el local lleno. Es el público que convoca lo que hace ganar dinero al promotor que contrata al DJ, ya sea porque el público paga entradas o porque paga copas. Si Paquirrín tiene poder de convocatoria y es capaz de mantener a la gente en la pista (lo haga como lo haga), tendrá trabajo como DJ, y eso no tiene nada que ver con pinchar con vinilo, absolutamente nada. Si un garito se llena de gente igualmente las noches que pincha un joven novato que lo hace gratis y las noches que pincha un señor que cobra 100€, seguramente quiere decir que el poder de convocatoria en ese garito en gran medida no depende del DJ, está seguramente relacionado con la ubicación del garito, el precio de las copas, el buen trabajo de los camareros o cualquier otro factor, así que aunque en ese garito pongan un par de platos y sea obligatorio usarlos, las cosas no van a cambiar. Y evidentemente el empresario elegirá la opción más barata en cuanto al DJ se refiere.
Lo cierto es que antes, lo de acompasar dos canciones, efectivamente lo podían hacer pocas personas, pero no porque sea difícil, si no más bien porque pocos podían permitirse unos platos, un mixer y una buena colección de vinilos. La tecnología actual le ha dado la vuelta a eso, ahora empleando algo que todos tenemos en casa, un ordenador, cualquiera puede probar a ser un selector musical y decidir si es algo que no quiere volver a hacer o es algo a lo que le gustaría dedicarse. Esto en realidad es algo muy bueno, porque quien sabe la cantidad de grandes DJs que nos hemos podido perder porque no han tenido acceso a la tecnología necesaria para pinchar. La gente alude a una saturación del mercado, pero en realidad no es algo muy diferente a cualquier otra profesión en la actualidad, y si no que se lo digan a los informáticos o a los arquitectos españoles. Hay que ser muy competitivo y flexible. Quizá los DJs veteranos son los que más se quejan de de esa saturación del mercado, pero es normal que se quejen, muchos antes no tenían competencia y ahora que la tienen la situación les supera. Un poco al respecto de esto, el genial humorista y discjockey Miquel Serrano (popular por algunos videos de parodias) publicó un video en el que reflexionaba sobre lo que debe cobrar un DJ, y llegaba a la conclusión de que si un DJ, especialmente uno veterano, no está ganando un buen sueldo, el único culpable es él mismo por no saber ofrecer un producto por el que los demás estén dispuestos a pagarle ese sueldo. Os lo aconsejo encarecidamente:


En el video Miquel Serrano muestra lo que en psicología se conoce como locus de control interno (ya dije antes que lo explicaría), es decir, reconoce que lo que le sucede es fruto únicamente de sus propios actos y decisiones, y se da cuenta de que si quiere cambiar eso, será él mismo quien tenga que hacer algo al respecto. Locus de control externo sería atribuir la responsabilidad de lo que a uno le sucede o de su conducta, a lo que otros hacen o a hechos que no puede controlar, lo que vendría a ser algo como “no tengo trabajo porque los DJs que usan autosync me lo quitan”.”Si volviera el vinilo yo volvería a tener trabajo”, sería otro ejemplo de locus de control externo, ya que atribuye su cambio de situación laboral a algo que no controla. Pero no nos desviemos con la psicología, que no me veo atendiendo un consultorio online para DJs traumatizados por el avance de la tecnología.

En realidad a nadie le viene bien

¿Y qué tiene que decir la industria discográfica de todo esto? A la industria discográfica le vendría fatal tener que volver a comercializar vinilos de manera masiva, así de simple. Los vinilos son más caros de fabricar que los CDs, y su distribución es también más costosa ya que pesan y ocupan más espacio que los CDs. Por tanto el beneficio neto que dejan es más bajo que un CD. Si la comparación la realizamos con la venta de una descarga digital en iTunes, la diferencia de beneficio neto es ya abismal, puesto que en la descarga no hay costes de fabricación. No diría toda la verdad si me callara el hecho de que en la industria actual, desde la llegada de la descarga digital lo que no se invierte en fabricar formato físico se invierte en promoción, pero puestos a decidir donde se gasta uno el dinero, gastarlo en promoción es preferible para las discográficas por varios motivos: no es un proceso industrial que haya que mantener bajo control, es algo que se puede modificar sobre la marcha, siempre repercute positivamente sobre la imagen del artista independientemente de las ventas y si las cosas salen mal no te quedas con un montón de discos en un almacén con los que no sabes que hacer.
Y muchos se preguntarán, ¿y si el vinilo le viene tan mal a las discográficas por qué lo siguen vendiendo? Para las grandes discográficas vender vinilo es actualmente algo que no va mucho más allá de lo promocional, así que se toma como algo que sirve para reforzar el vínculo entre el hardcore fan al que le gusta el coleccionismo y el artista, en algunas ocasiones es el propio artista el que demanda a la discográfica (alguno incluso por contrato) que haya una tirada en vinilo sabedor de que sus fans más acérrimos seguramente lo comprarán y conservarán con cariño. El beneficio neto que les deja el vinilo a las discográficas no es especialmente significativo comparado con lo que obtienen por ventas de CD o de descargas digitales, o por lo que pueden obtener de derechos por video o audio en streaming o broadcasting. En EEUU, las ventas de vinilos durante el último año únicamente supusieron un 2% del total. Por poner un ejemplo, los videos de las canciones Locked out of heaven y Treasure de Bruno Mars tienen juntos más de 310 millones de reproducciones en Youtube, probablemente los videos han generado más dinero a través de la monetización por publicidad que todas las ventas en vinilo de este artista, y eso que su último disco ha estado entre los más vendidos de 2013. Y sí, antes de que nadie lo diga, ya se que producir los videos cuesta dinero, con lo que lo que se recupera por internet no es realmente beneficio, pero sirve para amortiguar muchísimo su gasto en caso de que tengan un éxito masivo, y eso es algo con lo que antes no se contaba.
Las discográficas pequeñas e independientes sí ven un poco más interesantes los beneficios que puedan obtener comercializando vinilos, aunque al manejar presupuestos más bajos corren muchísimos más riesgos que las grandes con cada disco que lanzan. Un lanzamiento que no sale bien y que te deja los discos en el almacén te puede destruir los beneficios de los dos últimos lanzamientos que salieron bien. Lo más interesante al respecto de las discográficas pequeñas y el vinilo lo dijo ya Richie Hawtin hace unos años: “If you want to make money, don’t sell vinyl.” Por otra parte, en el hipotético caso de que el vinilo de manera mágica volviera a ser el formato predominante, habría que pedir algo más de magia para que reaparecieran de la nada las fábricas necesarias para abastecer la demanda. Con las fábricas actuales sería imposible sacar adelante una producción de vinilo que fuera equivalente a la actual de CD por poner un ejemplo. O eso, o a el tiempo que tarda un artista en componer y producir un disco habría que añadir una larga lista de espera en las actuales fábricas de discos.
Muchos DJs se olvidan de lo que supone volver a comprar vinilos. Supone pagar 6€ por lo menos por cada disco, y el disco te lo compras entero, incluyendo los remixes que no te gustan y que no vas a pinchar jamás. Como por cada canción que necesites pagarás todo el disco, disponer de canciones para llenar toda la actuación va a resultar más caro, y por lo tanto como DJ se va a ganar menos. Porque cobrar, se va a seguir cobrando lo mismo, los salarios no van a subir porque la gente vaya a pinchar con vinilos, no hay ningún motivo objetivo para que eso suceda. Y si quieres trabajar bien, seguramente te va a tocar llevar de casa tus propias cápsulas para los platos, porque seguramente las del garito al que vayas estarán con las agujas bien gastadas y con una buena capa de porquería, si muchos dueños ni reparan los canales averiados de las mesas de mezclas mucho menos van a reemplazar las agujas de los platos. Evidentemente al cambiar las cápsulas tendrás que calibrar el brazo del plato antes de ponerte a pinchar… Por supuesto no esperes que mágicamente las cabinas de salas y festivales mejoren y la monitorización no produzca acoples con las cápsulas, o que las vibraciones o la falta de estabilidad no hagan saltar el brazo del plato. Por cierto, ya sabes que si luego las cosas suenan mal será culpa del DJ sí o sí.
¿Desaparecerían los famosos convertidos a DJs si volviera mágicamente el vinilo? No. Desde luego que no. Es algo que por el momento está implantado y aceptado por un determinado público (que os recuerdo, es quien manda porque es quien paga), así que la cosa continuaría. Tendrían una primera opción, que sería aprender a pinchar con vinilo, para lo que os recuerdo que no es necesario tener un doctorado. Y como segunda opción podrían recurrir a algunos trucos: llevar la sesión preparada con el orden de las canciones y lo que tienen que corregir el pitch en cada una, o incluso llevar vinilos especialmente hechos para ellos con todas las canciones al mismo tempo, algo que sale por unos 50€ el vinilo y que con lo que cobran se pueden permitir perfectamente. Los famosos que pinchan solo desaparecerán cuando no tengan público, así que, cuando alguien les quite el público ofreciendo algo que guste más, se marcharán para no volver.  
¿Desaparecerían los que pinchan gratis si volviera el vinilo? No. Me atrevería a decir que siempre ha habido gente que pincha gratis, lo que pasa es que ahora ningún veterano quiere reconocerlo o recordarlo. Efectivamente ahora hay más DJs que pinchan gratis, pero también hay más DJs que buscan pinchar cobrando, porque en general hay más DJs. Si los que cobran quieren que no haya gente que pinche gratis que muevan el culo y generen algo de asociacionismo con el fin de lograr la regulación laboral que crean necesaria, pero que dejen de lamentarse y echarle la culpa a la tecnología.

Entended bien las cosas

Muchos podrán pensar que por mis palabras estoy en contra del vinilo. Nada más alejado de la realidad. No estoy en contra de nada ni de nadie. Estoy a favor del avance de la tecnología, que es algo muy distinto, y eso no supone estar en contra de lo que no supongan avances.
Las maravillosas sensaciones que tuve las primeras veces que logré acompasar dos vinilos, no creo que se repitan nunca, y permanecerán en mi memoria para siempre, al igual que permanecerán en la memoria de otros muchos. Mis dos platos siempre estarán montados en mi casa, para seguir escuchando bastante música que tengo en mi colección de vinilos, y a la que añado cada cierto tiempo alguna joya que compro y guardo con cariño y respeto. También seguirá habiendo muchos DJs que continuarán realizando un trabajo excelente empleando un par de platos y un simple mixer, y espero que puedan seguir haciéndolo muchos años, se merecen el respeto de mucha gente y se han ganado un hueco gracias a que han sabido convencer con su arte a un público muy selecto. Pero el plato ya no es la tendencia que estará en las cabinas. Si los nuevos DJs quieren un oficio con futuro, deben emplear herramientas del presente e ir adaptándose a las que vayan surgiendo con el paso del tiempo. El vinilo fue el mejor soporte para reproducir y manipular la música en tiempo real, y por eso fue tan usado durante tantísimos años. Pero ya no lo es.

Fuente: http://www.hispasonic.com/blogs/vuelve-vinilo-espera-estamos-broma/38862

viernes, 10 de enero de 2014

El Remix En El Derecho De Propiedad Intelectual


Este artículo se corresponde con la serie de especiales de Clubbingspain.com destinados al derecho de propiedad intelectual en el ámbito de la música electrónica. Esta iniciativa tiene por objeto dar a conocer, desde una perspectiva didáctica, los aspectos más relevantes de los derechos de autor, y de los derechos conexos a los de autor, dentro de nuestro sector. El redactor de estas publicaciones es Álvaro Díez, abogado especializado en la industria musical, y buen entendido de la escena electrónica, quien comparte con nosotros su experiencia y conocimientos profesionales.
Las canciones creadas a partir de obras preexistentes tienen en muchas ocasiones más repercusión mediática y comercial que la propia obra originaria en la que se basan, es decir, un buen remezclador puede corresponderse con una pieza clave para un autor, editor o sello discográfico en el lanzamiento de un EP. ¿Están reguladas este tipo de versiones en la ley española?
El artículo 11 de la Ley de Propiedad Intelectual (en adelante la llamaré LPI), que hace referencia a las así llamadas obras derivadas, establece lo siguiente en su punto 4º: “Sin perjuicio de los derechos de autor sobre la obra original, también son objeto de propiedad intelectual los arreglos musicales”. Si bien desde un punto de vista semántico un remix no es lo mismo que un arreglo musical, debe tenerse en cuenta que dicho art. 11 se limita a enumerar, a modo de ejemplo, algunos tipos de obras derivadas, indicando en su punto 5º que, en general, también son objeto de propiedad intelectual “cualesquiera transformaciones de una obra literaria, artística o científica”.
No obstante, no cualquier alteración de una composición musical preexistente da lugar a una obra derivada. En todo caso, las modificaciones han de ofrecer como resultado otra obra original, requisito indispensable para que cualquier creación pueda ser susceptible de protección por el derecho de autor. Así, por ejemplo, la Audiencia Provincial de Madrid, en su sentencia de 12 de julio de 2004, no consideró como obra derivada (quizá con escaso acierto), por carecer de originalidad, a la remezcla de la canción titulada “Macarena” del grupo “Los del Río”, realizada por Fangoria bajo el título “Macarena (La Mezcla Guerrillera 130 BPM)”. A este respecto, los tribunales españoles han venido admitiendo diferentes parámetros para valorar laoriginalidad de una obra musical, entre los que cabe destacar la estructura, los compases, la tonalidad y modalidad, el carácter, el tempo, el ritmo, la tímbrica, la armonía, la letra o la melodía. Más en concreto, en relación con la originalidad de las obras derivadas musicales, la citada Audiencia Provincial, en su sentencia de 5 de abril de 2010, ha establecido que “la nota de originalidad concurre cuando la forma elegida por el creador incorpora cierta especificidad tal que permite considerarla una realidad singular o diferente por la impresión que produce en el destinatario, lo que, por un lado, ha de llevar a distinguirla de las análogas o parecidas y, por otro, le atribuye una cierta apariencia de peculiaridad”. Así, un remix puede corresponderse con lo que la ley denomina obra derivada, si alcanza cierto grado de originalidad, en cuyo caso se protegería hasta pasados 70 años desde la muerte o fallecimiento de su autor, al igual que la obra originaria.
Para poder realizar una obra derivada es necesario contar con la autorización del titular del derecho de transformación sobre la obra preexistente (regulado en el art. 21 de la LPI). A efectos de gestión colectiva, los estatutos de SGAE también indican que el autor de la obra derivada debe contar con tal autorización con el fin de que la misma pueda ser inscrita en el repertorio de esta entidad y, en consecuencia, para que dicho autor pueda percibir las liquidaciones económicas correspondientes por la explotación de su composición derivada.
Caso diferente es el de una composición realizada a partir de una obra que ha caído en dominio público, es decir, a partir de una obra cuya protección ha terminado como consecuencia del paso del tiempo indicado anteriormente (70 años desde la muerte o fallecimiento de su autor). En este caso, el autor de la obra derivada no necesita dicha autorización y, además, los derechos que genere la explotación de su composición serán atribuidos solamente a él (o a quien los ceda), en un 100%. No obstante, el autor de la obra derivada no dejará de tener ciertas limitaciones, las cuales se corresponden con los derechos morales del autor de la obra que ha caído en dominio público. Especialmente, el autor de la obra derivada debe respetar elderecho a la integridad de la obra originaria (regulado en el art. 14. 4º de la LPI). Este derecho, además de poder ser ejercitado por el autor de la obra originaria en vida, también lo puede ser por sus herederos una vez haya fallecido (según el art. 15.1 de la LPI) o incluso por diferentes organismos públicos, como el Estado (según el art. 16 de la LPI), y se corresponde con la facultad de, dice la LPI, exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración o atentado contra ella que suponga un perjuicio a los legítimos intereses del autor (entendidos desde una perspectiva moral o “espiritual”, no económica) o un menoscabo a su reputación.
En conclusión, un remix puede ser considerado como una obra derivada si resulta lo suficientemente original, según los criterios admitidos por los tribunales citados anteriormente (gozando así de la protección conferida por el derecho de autor), sin perjuicio de que el remezclador deba contar con la autorización del titular del derecho de transformación sobre la obra preexistente, además de respetar la integridad de la misma.
por Álvaro Díez
Abogado del Instituto Autor y Presidente de 3K Sound Community
Licenciado en Derecho, Administración 

Fuente: http://www.clubbingspain.com/especiales/2013/12/el-remix-en-el-derecho-de-propiedad-intelectual.html

¿Puede La Música De Bach Traducirse A Colores? Los Científicos Estudian La Sinestesia

Los conciertos rápidos en clave mayor son colores saturados y brillantes, rojo y amarillo; las piezas lentas son colores oscuros y tendiendo al azul. Esto al menso en el caso de Bach. El contexto es un experimento de Stephen Palmer, científico de la Universidad de California en Berkley, quien afirma que pueden “predecir con 95% de precision qué tan felices o tristes serán las elecciones de color de la gente según lo feliz o triste que sea la música.”
Muchos dirán que la experiencia de apreciación musical es altamente subjetiva –pero Palmer realizó un experimento con casi 100 personas (la mitad de San Francisco, EU, y la mitad de Guadalajara, México), donde se les pedía elegir cinco colores de una paleta de 37 colores y que los asociaran al sentimiento que tenían al escuchar una de las 18 piezas de música clásica que los investigadores les pusieron para escuchar.
La gente de ambos países asoció los colores brillantes y cálidos al tempo rápido y alegre, mientras que eligieron sistemáticamente colores más oscuros para piezas en clave menor, comúnmente asociadas a emociones tristes. Estas conexiones, dice Palmer, es resultado de que “el cerebro utilizará la emoción como base para una elección de color. La música activa alguna representación de la emoción en cualquier parte del cerebro que esté codificando la emoción.”
El experimento se ha repetido en más de 34 géneros musicales, del hip hop, al blues, al heavy metal, con resultados similares. El próximo paso es utilizar música turca, la cual tiene escalas diferentes que las escalas mayor y menor de la música occidental, para ver si la gente en EU responde con las mismas asociaciones de velocidad y color a las canciones tradicionales de Turquía. Los resultados pretenden ser usados en terapias no invasivas y en la publicidad, además de entender a la gente que experimenta sinestesia –esto es, la gente que escucha colores o siente sabores cuando escucha sonidos.
A continuación algunas piezas de J. S. Bach utilizadas en el experimento de Palmer así como las paletas de colores elegidas por los participantes en cada caso, ¿elegirías las mismas?

Fuente:http://pijamasurf.com/2013/05/puede-la-musica-de-bach-traducirse-a-colores-los-cientificos-estudian-la-sinestesia/